Muchas personas en Estados Unidos esperan recibir los beneficios del Seguro Social al jubilarse, pero no todos cumplen con los requisitos necesarios. Para calificar, es necesario haber trabajado y cotizado al sistema durante al menos 10 años, acumulando un total de 40 créditos laborales. Sin embargo, aquellos que han trabajado en empleos no cubiertos por el Seguro Social o que no han cotizado lo suficiente pueden encontrarse sin este respaldo financiero en su retiro. Esta situación puede generar incertidumbre, ya que el Seguro Social representa una fuente clave de ingresos para millones de jubilados.
Si no calificaste para recibir estos beneficios, es importante saber que existen otras opciones para asegurar tu estabilidad financiera. Desde explorar beneficios a través de un cónyuge hasta recurrir a programas de asistencia o planes de ahorro privados, hay alternativas que pueden ayudarte a tener un retiro más seguro. La clave está en conocer qué hacer y tomar medidas con anticipación.
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Alternativas para asegurar tu retiro sin Seguro Social
Si no tienes suficientes créditos laborales para recibir beneficios, una opción es verificar si puedes acceder a pagos a través del historial laboral de tu cónyuge o expareja. El Seguro Social permite que las personas casadas o que estuvieron casadas por al menos 10 años soliciten beneficios basados en el trabajo de su pareja, siempre que no se hayan vuelto a casar después del divorcio. En este caso, podrías recibir hasta el 50 % del monto que le corresponde a tu cónyuge.
También es recomendable explorar planes de ahorro para la jubilación. Las cuentas de retiro individual (IRA) y los planes 401(k) son herramientas clave que te permiten acumular fondos con ventajas fiscales. Si bien estos planes requieren una planificación a largo plazo, pueden marcar la diferencia en la estabilidad financiera de tu retiro. Asimismo, existen pensiones privadas o fondos de ahorro que algunas empresas ofrecen a sus empleados como alternativa al Seguro Social.
Otra opción es el programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), diseñado para personas con ingresos bajos y sin un historial laboral extenso. Este programa otorga pagos mensuales a adultos mayores de 65 años o con discapacidades que cumplen ciertos requisitos de ingresos y recursos.
Si aún estás en edad de trabajar, prolongar tu vida laboral puede ser una estrategia efectiva para alcanzar los créditos necesarios. Cada año trabajado suma créditos adicionales, y con el tiempo podrías calificar para los beneficios. Para tomar la mejor decisión, es recomendable consultar con un asesor financiero que te ayude a diseñar una estrategia personalizada para tu jubilación.
Créditos: Maria Díaz Seguro Social | @mariadiazsegurosocial