La incertidumbre económica continúa golpeando a diferentes negocios de nombres reconocidos. Una de las marcas que recientemente se ha sumado a la ola de cierres y reducción de sucursales es Hooters, cadena de restaurantes muy popular en Estados Unidos, principalmente entre los fanáticos de la comida rápida.
La marca es famosa por el ambiente informal de sus establecimientos, así como por el atuendo color naranja distintivo de su personal, exclusivamente femenino, y por las alitas de pollo que conforman la especialidad de su menú. Pese a ello, la cadena no ha podido evitar caer en bancarrota durante los últimos meses, lo que la ha llevado a tomar la decisión de cerrar cerca de 30 de sus sedes en varios estados del país.
Estos cierres se suman a las docenas de sucursales que también clausuró el año pasado, cuando aún no estaba en bancarrota declarada. Hooters aún no ha revelado una lista con los establecimientos específicos que dejarán de atender al público, pero se sabe que están ubicados en los estados de Michigan, Georgia, Florida, Texas, Tennessee, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
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Hooters cierra tiendas para salvar su compañía
Lejos de significar un total rendimiento ante las perjudiciales fluctuaciones económicas, el cierre de las sucursales de Hooters forma parte de la estrategia de la compañía por reflotar su marca. Dejar de operar las sedes menos rentables es el camino que ha tomado la cadena para no desperdiciar recursos, y, por el contrario, destinarlos a los locales que aún mantienen un buen ritmo de negocio. De acuerdo a Maeve Webster, presidenta de Menu Matters, consultoría especializada en la industria de restaurantes, insistir con el mantenimiento de locaciones poco rentables pone en riesgo el futuro de toda la cadena.
Hooters ya venía realizando evaluaciones sobre el rendimiento de sus locales meses atrás, por lo que el cierre de sus establecimientos no ha tomado desprevenida a la industria.
Varias cadenas de comida cierran sucursales por crisis económica
El de Hooters no es un caso aislado. De hecho, otras cadenas importantes de restaurantes también han anunciado y llevado a cabo clausuras durante los últimos meses. Una de ellas es Bahama Breeze, marca especializada en comidas y bebidas caribeñas, que cerró 15 locaciones poco antes que Hooters.
La reconocida TGI Fridays, famosa por su menú enfocado en la cocina tex-mex, también ha cerrado diversas locaciones recientemente, luego de declararse “en bancarrota” siguiendo los lineamientos del Capítulo 11 de Estados Unidos que permite a las empresas entrar en un proceso de reorganización para evitar la liquidación total de sus activos.
Estos consecutivos cierres son un reflejo de los efectos que la inflación y la turbulencia económica están teniendo en la clase media y media-baja estadounidense, principal público de estas cadenas.
