El presidente Donald Trump emitió un memorando ordenando el refuerzo militar en la frontera de Arizona, particularmente en áreas federales del condado de Cochise. El objetivo es reducir la presión sobre las autoridades locales y apoyar con tecnología y vigilancia a la Patrulla Fronteriza.
Aunque la medida ha sido bien recibida por figuras locales como el Sheriff Mark Dannels y el alcalde de Douglas, José Grijalva, también ha generado preocupación sobre el rol del ejército en funciones que tradicionalmente competen a la policía.
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El despliegue permitirá que las fuerzas armadas actúen en terrenos federales donde los cruces ilegales serán tratados como invasión de propiedad militar. Esto aliviará la carga de los cuerpos locales, pero también plantea debates legales por la participación militar en asuntos domésticos. Aun así, varias comunidades ven con buenos ojos la presencia del ejército por su impacto económico y su efecto disuasorio.
