Latinoamérica ha sido históricamente vista con recelo por los grandes inversores internacionales, sobre todo por Estados Unidos. A pesar de su riqueza natural y diversidad cultural, los vaivenes económicos y políticos han minado la confianza externa. Sin embargo, un reciente informe de Morgan Stanley reconfigura esa percepción al destacar a un solo país como una promesa firme dentro de un contexto regional inestable.
Argentina, a pesar de su historial de crisis, ha sido señalada como el único destino recomendable para inversiones en la región, una elección que sorprendió tanto a economistas como a inversores. “La combinación de potencial energético y señales de estabilidad macroeconómica ha modificado la narrativa sobre Argentina”, explica el informe citado por Bloomberg. Este reconocimiento podría marcar el inicio de una nueva etapa para el país en el plano internacional.
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El motor energético que impulsa el optimismo
El respaldo no es casual: el potencial energético argentino, especialmente en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales, es lo que inclina la balanza. Empresas como YPF, Transportadora Gas del Sur (TGS) y Pampa Energía están liderando este repunte. Vaca Muerta, una de las mayores reservas de shale del mundo, se perfila como una pieza clave. Según Morgan Stanley, la reducción del riesgo país de 1200 a 600 puntos básicos es una clara señal de confianza.
Aunque otros países podrían tener oportunidades puntuales, la falta de cohesión económica y fiscal en la región sigue siendo un freno. Argentina, por el contrario, parece haber encontrado una fórmula que equilibra recursos, estrategia y un renovado atractivo inversor.