La garrapata de la estrella solitaria, que originalmente se encontraba principalmente en los estados del sur de Estados Unidos, ha sido confirmada en más de dos docenas de estados, incluyendo Texas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), su propagación se debe a inviernos más cortos, la proliferación de plantas invasoras y un aumento en la población de ciervos. Los expertos advierten que la actividad de estas garrapatas podría incrementarse con la llegada del verano.
Alergia potencialmente mortal
El síndrome alfa-gal, causado por la picadura de la garrapata estrella solitaria, es una alergia grave a la carne roja y productos derivados de mamíferos. Los síntomas pueden incluir urticaria, dificultad para respirar, hinchazón y problemas gastrointestinales.
Entre 2010 y 2022, se identificaron más de 110 000 casos sospechosos de este síndrome en EE.UU., aunque la cifra real podría ser mayor debido a la falta de obligatoriedad en la declaración de esta afección.
No existe una cura definitiva para el síndrome alfa-gal. A los afectados se les recomienda evitar la carne de mamíferos y productos lácteos. Algunos pacientes pueden ver una disminución en los síntomas con el tiempo y eventualmente volver a consumir estos productos. La prevención de picaduras de garrapatas es crucial para evitar el desarrollo de esta alergia.
New reports from the #CDC show a concerning rise in meat allergies caused by tick bites, affecting potentially up to 450k Americans.
— SayMyName (@shamshiri) August 5, 2023
The Lone Star tick, not limited to Texas as the name might suggest, carries alpha-gal, causing #allergic reactions to red #meat.#PublicHealth… pic.twitter.com/h3OgPtmJSX
Medidas preventivas
Para evitar las picaduras de garrapatas, los funcionarios de salud recomiendan usar repelentes de insectos con al menos un 20% de DEET, picaridina o IR3535, así como ropa de manga larga y pantalones cuando se está al aire libre.
Además, es esencial evitar áreas con pasto alto y hojarasca, y revisarse el cuerpo completamente después de estar en exteriores para detectar la presencia de garrapatas.
Estas medidas son clave para reducir el riesgo de picaduras y, en consecuencia, la posibilidad de desarrollar el síndrome alfa-gal.