Este lunes 8 de abril, Estados Unidos se prepara para presenciar un eclipse solar que podrá ser visto por la mayoría de los estadounidenses, con un grupo afortunado ubicado en el camino de la totalidad que experimentará la ocultación completa del Sol por la Luna.
En Nueva York y otras áreas metropolitanas, este fenómeno celeste excepcional ha llevado al cierre de muchas escuelas. Esta decisión se basa en la anticipación de problemas de tráfico significativos debido a la afluencia masiva de personas hacia lugares privilegiados para la observación, lo que dificultaría el transporte de los estudiantes hacia y desde la escuela.
Las autoridades escolares han tomado en cuenta la seguridad de los estudiantes y el posible estrés en los recursos locales provocado por la gran cantidad de personas que acudirán para presenciar el eclipse. Algunas escuelas han optado por cerrar para evitar cualquier riesgo asociado con el aumento del tráfico y las multitudes, especialmente considerando que el eclipse coincide con la salida regular de los estudiantes de clases.
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Aprovechar el fenómeno con seguridad
A pesar del cierre de las escuelas, se alienta a los estudiantes a aprovechar este evento astronómico como una oportunidad educativa. Muchas escuelas están proporcionando material educativo sobre el eclipse solar y distribuyendo lentes de seguridad para permitir a los estudiantes y sus familias disfrutar del fenómeno de manera segura. Esta medida permite que los estudiantes participen activamente en el evento y aprendan sobre el eclipse de manera constructiva.
La seguridad ocular es una preocupación principal durante un eclipse solar. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) advierte sobre los peligros de mirar directamente al Sol sin protección ocular especializada.
Se recomienda encarecidamente el uso de gafas para eclipses o visores solares portátiles para observar el eclipse de manera segura durante las fases parciales. Los observadores en áreas de totalidad pueden ver el eclipse directamente solo cuando la Luna cubre completamente el Sol, recordando proteger los ojos tan pronto como reaparezca cualquier parte del Sol.