El glamour y la elegancia siempre han sido parte de la vida Isabel Preysler quien a sus 71 años sigue siendo la imagen favorita de muchas marcas, de las cuales salen la mayoría de sus ingresos.
Isabel Preysler y las marcas con las que trabaja
En 1968, Isabel Preysler grabó su primer anuncio para Porcelanosa y desde entonces, continúa trabajando con la marca, así como entendió la importancia de trabajar su imagen publicitaria.
“Hila muy fino, busca marcas de mucho nivel y que paguen altas cantidades, pero, ojo, que, si no le gusta una marca, no la llevará jamás, por mucho dinero que le paguen”, señala una fuente cercana.
Y es que, Preysler es considerada una mujer tranquila a la que le gusta vivir cómodamente, pero sin excentricidades. Ha sido imagen de Ferrero Rocher, de Astor, Pedro del Hierro y la joyería Rabat. Asimismo, muchas veces trabaja por amistad. Es decir, le regalan algún obsequio y lo publicita.
A pesar de las décadas, no ha dejado de recibir ingresos por su imagen publicitaria. Además, de las exclusivas que da a seleccionados medios. Aunque su círculo cercano cuida que se sepan sus ingresos exactos y se sabe que por la publicidad de marcas en un año muy malo sus ingresos mínimos podrían llegar a un millón y medio de euros.
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Isabel Preysler y su vida como empresaria
Isabel Preysler cuenta con un inmueble a nombre de sus empresas. Se trata de la mansión Puerta de Hierro donde vive, la cual cuenta con más de 5.000 metros cuadrados y se ubica en una de las zonas más exclusivas de Madrid.
Como empresaria no le ha ido también. Este año cerró la empresa Tea Rose SL que fundó en el 2000.
Asimismo, cuenta con una firma cosmética que creó con su hija Ana, la cual comercializa la crema facial Preysler. El producto llamado My Cream se vende por poco más de 40 euros en su web y en farmacias.
La socialité tiene cuentas en todas las redes sociales y constantemente comparte consejos sobre maquillaje o tips de belleza. Aunque pueda tener la imagen de una mujer a la que le gustan los lujos, su entorno más cercano señala que no le gustan las cosas ostentosas.
“El lujo para ella es poder comer en casa con sus amigos, tener un servicio leal que no le falle, poder hacer algún viaje interesante sin preocupaciones y tener a los suyos cerca” . Incluso uno de sus pasatiempos favoritos es comer hot dog o hamburguesas con sus amigas en casa.
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