Conocida también como albahaca de culebra, cañarroya, caracolera, hierba del muro, parietaria o vidriola, la planta de buscapina contiene principios que se utilizan en la medicina natural.
Suele crecer en muros viejos, ruinas, o grietas de las paredes de edificios abandonados y en los bordes de caminos de Europa central y meridional, Asia occidental y el norte de África.
Asimismo, la buscapina da nombre al popular medicamento, que se utiliza para aliviar el dolor abdominal producido por espasmos.
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Buscapina: ¿Para qué sirve?
La planta de buscapina contiene sales de potasio y flavonoides que proporcionan efectos diuréticos si es consumida en infusiones.
Asimismo, puede ser usada en casos de quemaduras, llagas, heridas, o forúnculos, en forma de cataplasma, gracias a sus sustancias amargas y taninos.
Por otra parte, la buscapina es usada de forma cosmética, ya que refresca la piel, ayuda con las heridas de acné y descongestiona los párpados.
Se recomienda preparar una infusión con hojas de buscapina, colocar el líquido en un spray y rociarla en el rostro de forma diaria.
Por otra parte, puedes utilizar esta planta en la cocina, como ingrediente de tortillas o ensaladas. No obstante, se debe tener cuidado si eres alérgico al polen.