El 24 de abril se ha convertido en una fecha decisiva para más de medio millón de inmigrantes en Estados Unidos. Este día marca el final del Parole Humanitario otorgado a personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, luego de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunciara su cancelación a fines de marzo. Esta medida, impulsada bajo la administración de Donald Trump, implica un cambio drástico en la política migratoria del país.
Según cifras oficiales, más de 523 000 personas que ingresaron entre el 29 de octubre de 2022 y el 22 de enero de 2025 se verán directamente afectadas. Sin un estatus legal alternativo, podrían enfrentar deportaciones inmediatas y la acumulación de presencia ilegal en el país. El DHS fue claro en su comunicado: “Debe salir de Estados Unidos ahora, pero a más tardar en la fecha de terminación de su permiso condicional”.
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Tensión y angustia entre comunidades inmigrantes
Organizaciones pro inmigrantes han manifestado su preocupación por las consecuencias humanitarias de esta decisión. Karen Tumlin, fundadora del Justice Action Center, expresó al medio WNCC: “Causará un caos y una angustia innecesarios a familias y comunidades”. Además, advirtió sobre el desmantelamiento de procesos legales de larga data y sus implicancias en la vida de miles de personas.
En este contexto, expertos recomiendan a quienes se vean afectados que busquen asesoría legal lo antes posible y evalúen opciones alternativas de regularización. Las próximas semanas serán críticas para quienes dependen del parole como único sustento de permanencia legal en territorio estadounidense.