Las altas temperaturas exponen a los inmigrantes a un gran peligro para sus vidas. Varios incidentes han dejado ver que los traficantes de personas apelan a cualquier artimaña para lograr sus objetivos, incluso si ello conlleva poner en peligro la vidas que transportan. “No estamos hablando de uno o dos, estamos hablando de 20, 30 personas que se encuentran adentro de esa caja respirando el mismo oxígeno”, relató a la Voz de América Erick Estrada, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Viajes mortales en condiciones inhumanas
Un total de 24 inmigrantes indocumentados escondidos dentro de un tractocamión abandonado en el condado de Webb fueron descubiertos por el Departamento de Seguridad Pública de Texas. Poco después, otro policía estatal detuvo una camioneta que arrastraba un remolque para caballos en el condado de Hidalgo, encontrando 27 inmigrantes hacinados dentro del remolque. Estos incidentes ponen de manifiesto las acciones inescrupulosas de los traficantes, quienes prometen un viaje seguro, pero exponen a los inmigrantes a condiciones inhumanas y peligrosas.
La semana pasada, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos alertó sobre una inminente ola de calor para varias partes de California, Nevada y Arizona. Andrés García, portavoz de la Patrulla Fronteriza, advirtió sobre el peligro que implica un viaje en condiciones de calor extremo. "Dentro de una caja de un tráiler o de un camión, la temperatura puede subir de 15 a 20 grados más", lo que puede ser fatal en poco tiempo.
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Supervivencia y tragedia en la frontera
Asfixiados, amontonados como animales y sintiéndose cautivos, los inmigrantes se juegan la vida en los tráileres que los llevan a la frontera con Estados Unidos, sufriendo desgracias. Cecilia Hernández, una hondureña de 39 años, relató su experiencia a la agencia AFP: “Doy gracias a Dios que nos trajo con vida, porque es una pesadilla venir en esos tráileres”. Su viaje duró dos días, en condiciones tan extremas que "mucha gente se desmayaba y los niños se desnudaban por el calor".
El viaje de Diana Yoliveth León, otra hondureña, fue un suplicio de 14 horas en un tráiler sin comida ni posibilidad de ir al baño. A pesar del sofoco, los inmigrantes evitaban tomar agua para no tener que orinar. "Veníamos sentados, todos en línea, amontonaditos. Venía bastante gente, mínimo 120 personas", contó Diana.
"Pero uno por querer darle un futuro mejor a su familia, a sus hijos, pues tiene que arriesgarse", agrega.
La alarmante cantidad de inmigrantes muertos en viaje por América Central o América del Norte cada año, refleja la gravedad de la situación. Los accidentes de tránsito, la falta de comida, agua y refugio, así como los ahogamientos, son las principales causas de muerte en estos peligrosos viajes hacia el sueño americano.