Más de 60 millones de personas en el este de Estados Unidos enfrentan una intensa ola de calor que ha llevado las temperaturas a niveles peligrosos, con varios estados bajo alertas por calor extremo en el final del verano boreal.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) reportó que los estados del Atlántico Medio, incluidos Delaware, Maryland, Nueva Jersey, Nueva York, y Pensilvania, registraron temperaturas máximas de alrededor de 37,8° Celsius. Washington D.C. y sus alrededores también se han visto afectados por este fenómeno climático, mientras se esperan condiciones similares en los próximos días en los valles de Ohio y Tennessee.
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Acciones y medidas de prevención ante el calor extremo
En la ciudad de Baltimore, Maryland, las autoridades han emitido una "alerta de calor extremo de código rojo" y han habilitado centros de refresco para ayudar a la población vulnerable, incluyendo a las personas sin hogar. Además, se están distribuyendo botellas de agua en distintas zonas para mitigar los efectos del calor.
Impacto del cambio climático
Los expertos señalan al cambio climático como un factor clave en el aumento de la frecuencia y la intensidad de las olas de calor en Estados Unidos. Las altas temperaturas no solo se están volviendo más comunes, sino que también se extienden por períodos más largos, afectando significativamente a la población y aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
Según la Agencia Federal de Protección Ambiental, el calor es la principal causa de muerte relacionada con el clima en Estados Unidos. Sin embargo, muchas de las enfermedades y muertes que resultan de estas condiciones pueden ser prevenidas con medidas adecuadas, como limitar la exposición al sol, mantenerse hidratado y evitar actividades extenuantes durante las horas más calurosas del día.
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas en áreas con altas temperaturas se mantengan a la sombra, tomen descansos regulares y ajusten sus actividades para realizarlas durante las horas más frescas. Estas acciones son cruciales para reducir el impacto del calor extremo en la salud pública.
A medida que las temperaturas continúan aumentando, las autoridades locales y nacionales están vigilando de cerca la situación y ajustando sus estrategias de respuesta para proteger a las comunidades más vulnerables. Se espera que un frente frío y húmedo desde Canadá traiga algo de alivio en los próximos días, aunque se mantiene la cautela ante posibles cambios en las condiciones meteorológicas.
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