Cuidar de un familiar con discapacidad puede ser una labor demandante física, emocional y financieramente. Por eso, el sistema del Seguro Social en Estados Unidos contempla ciertos beneficios que pueden ayudar a aliviar parte de esta carga.
Estos programas están diseñados tanto para apoyar directamente a la persona con discapacidad como para considerar el rol de los cuidadores en la dinámica familiar y económica.
El principal programa que otorga beneficios es el Seguro de Ingreso Suplementario (SSI), que brinda ayuda a personas con discapacidades y recursos económicos limitados. Además, existe el programa del Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI), que cubre a personas que han trabajado y pagado impuestos al Seguro Social antes de quedar discapacitadas.
Pero lo que muchos no saben es que, bajo ciertas condiciones, los cuidadores también pueden beneficiarse de estos programas, especialmente si son padres de hijos menores con discapacidad o adultos que dependen completamente de ellos.
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Estos beneficios pueden recibir los cuidadores
Si un cuidador está a cargo de un niño discapacitado menor de 16 años cuyo padre o madre ha fallecido, está jubilado o recibe SSDI, puede recibir beneficios como representante del menor. También existen casos en los que los cuidadores pueden ser elegibles para recibir créditos laborales del Seguro Social si han dejado de trabajar para cuidar a un familiar con necesidades especiales, lo cual puede proteger su futura jubilación.
Es fundamental comprender que, aunque el cuidador no reciba un pago directo del Seguro Social por su labor, hay maneras en que este apoyo indirecto se refleja en la economía del hogar. Por ejemplo, si el hijo con discapacidad recibe beneficios de SSI, estos pueden destinarse a cubrir gastos esenciales del hogar, lo que representa un alivio para el cuidador principal.
