En Carolina del Norte, un proyecto de ley ha encendido el debate sobre seguridad vial y burocracia. Se trata de la propuesta House Bill 821, que permitiría a los conductores seguir manejando con su licencia vencida por un periodo de hasta dos años, sin recibir sanciones. Esta medida surge como respuesta a los retrasos en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV), cuya capacidad se ha visto desbordada tras la implementación del Real ID.
La iniciativa, que ya fue aprobada por el Comité de Transporte del estado, busca aliviar la presión sobre el sistema y brindar una solución temporal a los ciudadanos que enfrentan dificultades para renovar su documento. Según la normativa, la extensión aplicaría únicamente a las licencias de Clase C, que son utilizadas por conductores particulares.
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Una medida que responde a una crisis operativa
“El objetivo es ofrecer una alternativa realista ante la saturación de los servicios del DMV”, indicaron legisladores locales. Además de permitir el uso de licencias vencidas, el proyecto contempla extender la duración estándar de las licencias de conducir de 8 a 10 años. De esta forma, se busca reducir la frecuencia de renovaciones y prevenir nuevos cuellos de botella administrativos.
Aún no hay una fecha concreta para la implementación, ya que la legislación está pendiente de una votación final. Sin embargo, como medida provisional, 92 oficinas del DMV extendieron sus horarios entre semana y otras 20 comenzaron a operar los sábados. Mientras tanto, las autoridades recomiendan mantener al día el seguro vehicular, el registro y programar la renovación de la licencia en cuanto sea posible.
