En el estado de Texas, se ha eliminado a más de un millón de personas del censo electoral, lo que representa más del 5% de los votantes registrados. Esta purga masiva, impulsada por preocupaciones sobre el supuesto “voto ilegal”, ha generado controversia, ya que las autoridades estatales aseguran que el objetivo es garantizar la integridad del sistema electoral.
Según las declaraciones del gobierno, esta acción busca eliminar a votantes que ya no cumplen con los requisitos, como migrantes no documentados, personas fallecidas y ciudadanos que se han mudado fuera del estado. Sin embargo, los críticos argumentan que estas medidas, más que proteger el proceso democrático, pueden estar diseñadas para reducir la participación de ciertos grupos de votantes, particularmente de minorías y ciudadanos con bajos recursos.
El estado de Texas ha sido un terreno fértil para la implementación de medidas estrictas relacionadas con el registro y el voto en los últimos años. Esta reciente eliminación de votantes se basa en un análisis del padrón que incluye la revisión de información sobre migración y defunciones, según informes oficiales.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, y otros funcionarios han defendido la decisión como una forma de prevenir el fraude electoral, un tema recurrente en la política del estado desde las elecciones de 2020. El argumento se centra en la preocupación de que personas no elegibles podrían emitir votos fraudulentos y alterar los resultados electorales.
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Impacto en los derechos civiles y la participación electoral
A pesar de las justificaciones oficiales, organizaciones de derechos civiles y defensores del voto advierten que este tipo de purgas electorales a gran escala puede tener un efecto desproporcionado en ciudadanos legítimos. Muchos votantes afectados podrían no ser conscientes de que han sido eliminados del registro hasta el día de las elecciones, lo que les impediría votar.
Según denuncias de grupos como la American Civil Liberties Union (ACLU), las personas más vulnerables a estas purgas suelen ser las minorías, los ancianos y los ciudadanos de bajos ingresos, quienes pueden tener dificultades para acceder a los recursos necesarios para corregir su situación a tiempo.
Estas purgas masivas podrían cambiar los resultados electorales en favor de los candidatos que apoyan las restricciones al voto. Las críticas también señalan que no se han encontrado pruebas concluyentes de un fraude electoral generalizado en Texas, lo que plantea dudas sobre la verdadera necesidad de estas medidas.
Créditos: Noticias Telemundo | @noticias
