Con apenas siete años, Kiatsumi Milagros Canturín Torres dio una lección de empatía y compromiso que inspiró a muchos. Durante un viaje con su madre, la niña notó que una familia migrante tenía dificultades para comunicarse con el personal de un aeropuerto en Estados Unidos. El problema: Un conflicto con el peso del equipaje y la barrera del idioma. Sin dudarlo, la menor se acercó y actuó como intérprete entre ambas partes.
“Mi hija me dijo: ‘Mamá, yo puedo hacerlo’. Y aunque me dijo que le dolía la pancita, decidió ayudar de todas formas”, relató su madre Noemí en el programa Buenos Días Perú. Con firmeza, Kiatsumi facilitó el diálogo y permitió que la familia resolviera su situación, demostrando una madurez poco común para su edad.
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Aprendió inglés para apoyar a su familia
Nacida en Huancayo, Perú, pero criada durante sus primeros años en Utah, Estados Unidos, Kiatsumi aprendió inglés rodeada de compañeros nativos en la escuela pública. Pero más allá del entorno educativo, su motivación principal era ayudar a su madre. “Mamá, cómprame libros porque quiero ayudarte y ser tu traductora”, le decía, según contó Noemí.
Su tío Franco agregó que la niña comprendió desde muy pequeña cómo el idioma se convertía en un obstáculo diario para muchos imigrantes. Desde entonces, se propuso aprender por su cuenta para tender puentes en su comunidad. En el aeropuerto, esa decisión se tradujo en una acción concreta, espontánea y poderosa: Ofrecer su ayuda cuando más se necesitaba.