Cuánto afecta lo que piensen de ti en la oficina

Haber estudiado en una universidad con buena reputación, dominar varios idiomas o ser experto en un área muy demandada te puede abrir muchas puertas en el mercado laboral, pero todo esto servirá poco si tu actitud en la oficina no es la correcta. Es cierto que no se puede vivir siempre de la opinión de terceros, pero conocer las impresiones de aquellos con los que trabajas te ayudará a avanzar.

“Por muy competente que sea una persona, si su comportamiento en el trabajo es conflictivo, todas sus competencias no servirán absolutamente para nada. Por ello, hay determinadas actitudes que no se perdonan como la negatividad, la crítica destructiva, la falta de compromiso, el individualismo o la falta de respeto”, menciona Genoveva Vera, coach ejecutiva española experta en liderazgo.

Todo ello ocasionará una situación de rechazo, ya que nadie quiere estar cerca de compañeros en los que no se puede confiar. Lo mejor en estos casos es mantener una conversación con tu jefe enfocada en tu trabajo diario y en tu relación con el resto del equipo. Pero no hace falta llegar a situaciones extremas para conocer su opinión. Por ejemplo, puedes mencionarle tus deseos de crecimiento y de mejora profesional, y aprovechar esa conversación para preguntarle si está conforme con tu desempeño. No hay que esperar a las entrevistas de final de año para recibir una valoración, ya que puedes estar cometiendo errores y no ser consciente de ello.

¿Cómo reaccionar ante las buenas noticias? No solo hay que saber asimilar las críticas, también hay que aprender a gestionar las buenas noticias. Puede ser una promoción o que te encarguen un proyecto estratégico. Según Vera, en estos momentos, además de agradecer la confianza que han depositado en ti, es muy importante que preguntes por las expectativas que generas y así saber cómo debes trabajar para que el proyecto sea un éxito.

¿Y ante los rumores? Los rumores se dan en todas las oficinas y es muy probable que afecten a tu trabajo si no los sabes gestionar bien. Para que los chismes no alteren tu forma de trabajar debes tomarlos con cautela y saber distinguir hasta qué punto ha sido fruto de la imaginación de algún compañero. Igualmente, si eres tú el que está al centro de esos rumores, debes contrastar lo que se está contando y determinar si los asuntos son ciertos o no.