Para liderar una gran organización es preciso que desarrolles un amplio abanico de habilidades y aptitudes. Aprender a gestionar el poder es una de las claves.
Llegar a ser CEO o gerente general de una empresa importante representa para muchos ejecutivos el momento culminante de un carrera profesional, pero desde luego no se consigue de la noche a la mañana ni por accidente. Un nombramiento de ese calibre suele ser consecuencia de mucho trabajo y esfuerzo.
Es preciso tomar en cuenta que el CEO, más que un ejecutor, debe ser un estratega, por lo que el conocimiento profundo de todas las facetas del negocio es fundamental. Pero a la vez, el CEO es la cabeza de un equipo que puede ser muy grande, por lo que también tiene que haber desarrollado a nivel importantes las ‘habilidades blandas’, como el liderazgo y la comunicación efectiva, para poder motivar a su equipo.
Si quieres llegar tan alto, lo primero es preocuparte por tu formación. Es impensable que alguien que no tenga al menos un MBA en una buena escuela de negocios alcance una posición de tanta importancia, pero eso no suele ser suficiente. Debes preocuparte por estar lo más actualizado posible en todas las tendencias relacionadas con la industria en la que te desempeñas y las técnicas de management en general.
Uno de los aspectos claves para ejercer una gerencia general es la gestión del poder. Al respecto, Ernesto Rubio, socio gerente general de Ronald Career Services, señala cinco características que, según la Universidad de Harvard, tienen –en mayor o menor medida– las personas “poderosas”:
1. Capacidad de sufrimiento, energía física.
2. Flexibilidad, de cara a priorizar los resultados.
3. Foco, para evitar la dispersión de esfuerzos.
4. Firmeza personal, poseer cierto grado de ‘dureza’ para cuando haya que entrar en controversias.
5. Saber jugar el rol del ‘buen subordinado’.
Finalmente, tienes que tomar en cuenta que para escalar en la pirámide empresarial también es necesario desarrollar las conexiones adecuadas. “En dos de cada tres promociones, el factor determinante en esa decisión es la relación que tiene el empleado con el jefe, un mentor dentro de la organización y los compañeros”, señala la reclutadora laboral Elsa Noriega, citada por CNN Expansión. En un entorno de alta competencia –en la que varias personas con grandes calificaciones aspiran a un mismo puesto– generar y cultivar las amistades correctas puede marcar la diferencia.
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