Desde hoy, la cantante española podrá disfrutar de su libertad condicional.
La cantante española Isabel Pantoja firmó en la prisión de Alcalá de Guadaíra (sur) su permiso para disfrutar de la libertad condicional, lo que supondrá su último contacto con la cárcel en la que ingresó en noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años por blanqueo de capitales.
A partir de ahora, Pantoja podrá desplazarse por todo el territorio español por razones profesionales bajo el control de los servicios sociales penitenciarios.
La tonadillera durmió por última vez en la prisión la noche del 8 al 9 de febrero gracias a la nueva modalidad del tercer grado penitenciario o régimen de semilibertad concedido, que le permitía dormir en su domicilio y personarse en la cárcel cada quince días.
Paralelamente, Pantoja obtuvo a principios de febrero pasado la libertad condicional porque el juzgado de vigilancia penitenciaria consideró que se cumplían todos los requisitos legales exigibles, entre ellos que accedió el 13 de diciembre de 2015 al tercer grado penitenciario.
Tras negarle la libertad condicional el pasado 28 de diciembre, el juzgado cambió en febrero de decisión porque se habían cumplido las dos terceras partes de su condena y no le constaban sanciones.
Con la libertad condicional, lo que respaldó la Fiscalía y la propia prisión, Pantoja podrá firmar cada mes o cada dos meses en alguna dependencia de los servicios sociales penitenciarios y tendrá que comunicar si sale de la provincia de Cádiz.
Además de la pena de cárcel, Pantoja fue condenada por la Audiencia de Málaga a pagar 1,14 millones de euros de multa, dinero que ya ha abonado.
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