Psiquiatra Freddy Vásquez explica que este periodo es variable, pues depende si el fallecimiento de la persona es repentino y esto puede ocasionar estrés.
El duelo ante la pérdida de ser un querido puede durar en promedio tres meses, aunque esto es variable y depende de si el fallecimiento es repentino y el tipo de relación que tenía el doliente con el fallecido, señaló el psiquiatra Freddy Vásquez Gómez del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi.
El especialista explicó que a pesar del sufrimiento que produce una pérdida, el duelo constituye un proceso normal que ayuda a la persona a adaptarse a la ausencia y vivir sin la presencia física de un ser querido.
“Se puede considerar que los dos primeros años suelen ser los más duros, luego se experimenta un descenso progresivo del malestar emocional”, detalló.
Vásquez sostiene que la pérdida de un ser querido puede ocasionar estrés, por lo que “es importante cuidarse a sí mismo para enfrentar este proceso. Se trata de una emoción temporal que va desaparecer”, precisó.
El especialista refirió además que durante el proceso del duelo se puede producir una serie de pensamientos, sentimientos y conductas ocasionadas que en principio se pueden considerar normales, como culpa, impotencia, confusión y fatiga.
“Después de la muerte de un ser querido el doliente quiere permanecer solo, dormir poco o en exceso, presenta falta de concentración, sueña o tiene pesadillas. A algunas personas les cuesta concentrarse, estudiar o comer, y otras pierden el interés por las actividades que solían disfrutar”, advirtió el especialista al enumerar algunos de los signos físicos de la etapa del duelo.
Asimismo, se presentan sensaciones como opresión en el pecho o garganta, hipersensibilidad al ruido, debilidad muscular y sequedad de boca.
En cuanto a la conducta, el afectado es afectado por llanto constante, sueños con el fallecido, incredulidad, confusión, preocupación y alucinaciones breves y fugaces, como “ver” al ser querido.
El especialista explicó que muchas veces, para escapar de la realidad, las personas piensan en el suicidio, en lastimarse a sí mismas o se involucran en actividades peligrosas o autodestructivas, como el consumo excesivo de alcohol o drogas.
Para superar esta etapa de duelo el galeno recomendó expresar los sentimientos y emociones libremente.
Andina
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