El sumo pontífice reconoció que "aprender a escuchar" es una de las principales faltas y omisiones de la Iglesia en el caso del sacerdote Fernando Karadima.
El papa Francisco reconoció que la Iglesia no supon "escuchar y reaccionar a tiempo" ante los avalancho de acusaciones contra el sacerdote chileno Fernando Karadina. El mensaje del Sumo Pontífice se comunicó a través de una carta dirigida a todos los chilenos.
En medio de un proceso de reestructuración de la cúpula de la Iglesia católica chilena, Francisco volvió a dirigirse al pueblo de Chile, para instarlo a "promover conjuntamente una transformación eclesial que nos involucre a todos".
El pontífice señaló que "aprender a escuchar" es una de las principales faltas y omisiones de la Iglesia en este caso, que llevó a que se construyeran conclusiones parciales frente a una serie de denuncias no escuchadas preliminarmente por el clero chileno.
"Con vergüenza debo decir que no supimos escuchar ni reaccionar", reconoció Francisco en una extensa carta revelada por la Conferencia Episcopal chilena en una rueda de prensa en Santiago, capital de Chile.
Sigue la reestructuración
El Papa confirmó también un nuevo viaje al país de los sacerdotes Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, quienes estuvieron en febrero en Santiago para escuchar a las víctimas de abusos sexuales y del encubrimiento del delito.
Tras esa visita, Scicluna elaboró un extenso informe que le presentó al papa en el Vaticano. Tras él, el pontífice resolvió invitar a Roma a tres de las víctimas que denuncian los abusos del sacerdote Fernando Karadima, James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz. Asimismo, citar a 34 obispos chilenos, quienes después de reunirse con Francisco le presentaron su renuncia en bloque.
Para este fin de semana, el papa invitó al Vaticano a un grupo de nueve sacerdotes y laicos víctimas de abusos de "conciencia" en el interior de la iglesia de El Bosque, en el oriente de Santiago, de la que Karadima fue su jerarca por varias décadas.
Con este encuentro, el pontífice cerrará una serie de reuniones destinadas a poner fin a la "cultura de abusos" que se generó por años en el interior de la Iglesia católica chilena.
AFP
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