Los accidentes laborales en plantas industriales son comunes en China, donde los estándares de seguridad a menudo son ignorados para reducir los costos.
Al menos 67 personas murieron este jueves tras el derrumbe de parte de una central eléctrica en obras de la provincia de Jiangxi, en China, según informaron medios de comunicación oficiales. El accidente ocurrió en la ciudad de Fengcheng y fue causado por el colapso de la plataforma de construcción de una torre de refrigeración de la central.
Las imágenes del lugar difundidas por la agencia estatal muestran una masa gris compuesta por los restos de las losas de hormigón, hierros torcidos y piezas de metal diseminadas. Los rescatistas vestidos de naranja sacaban a uno de los muertos en una camilla. Al lugar fueron movilizados 32 camiones de bomberos, 212 militares, nueve perros entrenados y dos drones, anunciaron los bomberos de la provincia en las redes sociales. Hasta el momento cinco trabajadores han sido atendidos en el hospital.
Ambulancias, bomberos y otros especialistas en rescates se han desplazado al lugar del accidente y están buscando entre los escombros de la torre, informó la Oficina de Supervisión de Seguridad de Fengcheng, citada por la agencia oficial Xinhua.
El problema. A pesar de los sucesivos endurecimientos de las normativas de seguridad laboral, la falta de medidas de seguridad provoca cada año miles de muertos en China. Los controles en el país tienden a ser escasos y algunas empresas ignoran los estándares de prevención en busca de mayores beneficios.
Según datos oficiales, en 2015 se registraron unos 281.000 accidentes laborales en China que causaron la muerte de un total de 66.182 personas. Algunas organizaciones no gubernamentales denuncian que la cifra real es mayor, ya que, afirman, parte de la siniestralidad no se registra o es encubierta. (Con información de EFE)
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