´Una persona ha cometido un error y grave, pero no desestabilicemos, reconozcamos el error pero al mismo tiempo construyamos institucionalidad´, dijo en su programa ´Diálogos de Fe´.
El cardenal Juan Luis Cipriani pidió este sábado a los políticos bajar el tono de los enfrentamientos verbales dentro del Parlamento "en base a dejar de lado la venganza y buscar una palabra que se dice pero no se hace: la reconciliación".
El primado de la Iglesia católica se refirió al escándalo protagonizado por los políticos del gobierno y de la oposición, quienes sostuvieron un discusión que obligó al presidente de la representación nacional, Fredy Otárola, suspender la sesión donde se estaba implementando la comisión que investigará el caso de Óscar López Meneses.
"La democracia requiere que los políticos tengan valores, esto es importante en la democracia. Uno de los mayores riesgos que estamos contemplando es un relativismo en el que todo vale y eso no hace bien.
Manifestó que es el momento de bajar el tono de las discusiones dejando de lado venganzas y volver a la reconciliación. "Todavía hay en el ambiente cuentas pendientes que permanentemente un grupo le recuerda al otro lo que pasó el año 90, el 87 o el 2007".
"Esta no es una guerra de la historia del Perú. Estamos en una situación de crisis y a todos nos toca decir que hay que bajar el tono pero dejando la persecución a muerte, el odio o la venganza", dijo en su programa "Diálogos de Fe".
En lugar de buscar la verdad, dijo, ahora buscamos callar al otro. Pidió intentar que se busque la verdad tal como dice la Iglesia "busquemos el bien común que tiene la paz social".
Respecto a la propuesta del nacionalismo de investigar el caso del exoperador montesinista desde la década de los noventa, expresó que si queremos reinterpretar la historia de lo que pasó antes, entonces vayamos hasta Adán y Eva, "investiguemos qué pasó con la manzana".
En ese sentido dijo que el revisionismo es una manera elegante de tapar.
Pidió dejar de lado la violencia, las mentiras, las estrategias para distraer y ponerse de acuerdo.
"Una persona ha cometido un error y grave, pero no desestabilicemos, reconozcamos el error pero al mismo tiempo construyamos institucionalidad".
Advirtió que si una democracia tiene un sistema político sin valores se convierte en un totalitarismo, visible o encubierto. La historia así lo demuestra, dijo.
“Ante una familia desunida y peleándose no sigamos con la fantasía de cómo nos engañamos los unos a los otros. Si alguno coge el arma de la venganza que no se queje que el otro lo tome", puntualizó.
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