
Thor: Ragnarok es una comedia de superhéroes. No es la mejor película de Marvel, tampoco está ni cerca de ser la peor. Es una historia ligera y en buena cuenta entretenida, de esas películas que necesitan de un público que quiera desconectarse por dos horas.
Thor: Ragnarok está saturada de bromas. Como si se afectara una buena canción por subirle demasiado el volumen. El tono elegido no encaja con lo que uno esperaría de Thor y menos de Hulk, el otro personaje importante en la trama. En especial en su primera hora este tono de comedia se siente forzado, como si se hubiera querido trasladar aquí esa mezcla de bromas, relajo y música ochentera que sí ha funcionado muy bien en Guardianes de la Galaxia, porque en esencia los personajes allí -un mapache que habla, un tipo que se toma todo al pie de la letra y un ser con forma de árbol-sí son excéntricos.
Lo mismo pasa con Spiderman, un adolescente con excesivas ganas de burlarse de los malos. Pero ver a Hulk haciendo pucheros no es la idea que uno tiene de una película con el gigante verde.
Luego de la solemne Thor (2011) y la aburridísima Thor:The dark world (2013) al menos hay que valorar que Marvel y el director neozelandés Taika Waititi quisieron resetear al personaje por completo. En algunos pasajes funciona, pero al ser tan acumulativo el gag cómico uno se pregunta si lo que está viendo es realmente una parodia (al estilo Scary Movie con las películas de terror) o se decidió que el cambio fuera así de radical.
La historia de la película es muy sencilla de resumir. Una profecía anuncia que el Ragnarok (el fin del mundo) está cerca, mientras Hela, la diosa de la muerte, ha escapado de su prisión para apoderarse de Asgard, el reino de Thor. En el intento de detenerla, Thor y su hermano Loki quedan varados en un planeta liderado por El Gran Maestro, quien disfruta organizando un torneo de gladiadores de toda la galaxia. Allí encontrarán a Hulk y planearán su fuga para ir a salvar Asgard.
Lo mejor de Thor: Ragnarok es la química que se siente entre los actores Chris Hemsworth (Thor), Tom Hiddleston (Loki) y Mark Rufallo (Hulk). Y también hay que destacar el tratamiento y el impacto visual que logran varias de sus escenas. Esta historia de Thor ya no es una que se remite a los antiguos dioses nórdicos y sus ejércitos, sino que se concentra en el plano espacial, entre naves, armas extraterrestres y mucho color fosforecente. Es el cambio del campo de batalla por el parque de diversiones.
Valoración: 3 / 5
¿Qué esperar? Una historia para fanáticos de películas Marvel, no tanto para seguidores de los comics. Buenas escenas de acción y mucha comedia también. Para pasar el rato.