En febrero de 2017, se estrenó Horizon Zero Dawn, una de las nuevas IP de la pasada generación; un lanzamiento que demostraría el pedigrí de los neerlandeses de Guerrilla Games, que por años se habían encasillado en el género de disparos con su sempiterna saga Killzone.
Horizon Zero Dawn llevó a los jugadores a un mundo postapocalíptico, en el que la raza humana estaba renaciendo sobre las ruinas de lo que un día fue el mundo como lo conocemos; con el agregado de que sobre la tierra ahora reinan terribles criaturas mecánicas.
El videojuego fue muy bien aceptado por la crítica y por los jugadores, que pronto encumbraron esta nueva saga como una de las favoritas de PlayStation. Era cuestión de tiempo para tener más contenido sobre este título, que se expandió con un notable DLC y que, años después, llegaría a PC, catapultándose como uno de los más vendidos de la plataforma.
El camino estaba allanado para recibir la esperada secuela, Horizon Forbidden West, que tenía el difícil reto de superar al original. ¿Lo habrá conseguido?, ¿estamos ante un candidato a GOTY 2022? Los invito a leer mi análisis.
Lo bueno
A nivel argumental, Horizon Forbidden West se asienta sobre los buenos cimientos construidos en Horizon Zero Dawn y su expansión; llevando a Aloy -nuestra protagonista- a una nueva aventura, en la que debe investigar pistas sobre lo ocurrido en el pasado: pues esto está afectando severamente el porvenir de la humanidad en su conjunto.
Me es complicado entrar en detalles sobre la historia, ya que cualquier cosa que diga puede destripar el argumento tanto de este juego como de su precuela; por lo que limitaré a decir que Guerrilla Games ha conseguido desarrollar una historia coherente y muy interesante, que sirve como columna vertebral de todo el videojuego.
Si Horizon Zero Dawn presentó un mundo abierto amplio, en el que podíamos desplazarnos a nuestras anchas cumpliendo distintas misiones; en Horizon Forbidden West la apuesta se ha redoblado, haciendo gala de uno de los mapas más grandes que recuerde en un videojuego.
El mundo diseñado no solo es inmenso, sino variado; lleno de bosques, valles, montañas, ciudades, asentamientos, ruinas del pasado; hay -además- distintos climas y situaciones. A la par, tenemos decenas de cosas por hacer, ya que aparte de las misiones de la campaña y las misiones secundarias; tenemos encargos, mandados, coleccionables por reunir, zonas de caza, arenas de combate y hasta carreras al lomo de máquinas en las que participar.
Algo que debo resaltar es que todas las actividades que realizamos tienen un origen y aportan más detalles del argumento general. Por ejemplo, uno de los coleccionables que tenemos es encontrar cajas negras de aviones derribados. Escuchar cada audio, por corto que sea, muestra el drama vivido por la humanidad. Esto indefectiblemente ayuda a construir la historia.
La construcción de los personajes me pareció notable. No solo se ha prestado atención a los protagonistas, sino también a la mayoría de personajes que encontramos en nuestro recorrido. Para esto, tenemos constantes y extensos diálogos, en los que vamos conociendo a las personas, sus orígenes y motivaciones.
Todo este contenido se traduce en un videojuego con una duración bastante elevada. Si apuntas a solo jugar la campaña y algunas misiones secundarias, hablamos de una inversión promedio de 30 a 40 horas. Pero si, como este servidor, te dejas llevar y te pierdes en este mundo, abriendo completamente el mapa y cumpliendo todas las misiones secundarias, la duración bien puede superar el centenar de horas.
Uno de los atractivos de Horizon Forbidden West y de la saga en general son las máquinas. Para la secuela, la apuesta se ha incrementado sobremanera, teniendo más de 40 tipos de máquinas, cada una con un diseño soberbio.
Tal como en el juego original, enfrentarnos a estos enemigos nos permitirá aprovechar sus recursos, ya sea para mejorar nuestro arsenal o para tener objetos con los que comerciar. Nada se desperdicia en este mundo.
Una de las quejas que tuve en Horizon Zero Dawn era que su fauna era pobrísima, con apenas una pequeña cantidad de animales. Pues en Horizon Forbidden West la cosa ha cambiado mucho, ya que tenemos decenas de tipos de animales (terrestres, aéreos y marítimos); los que debemos cazar para preparar alimentos o para mejorar nuestras alforjas y bolsas de munición y pócimas.
La música me gustó mucho, una mezcla de instrumentos de viento y percusión con sintetizadores, muy acorde con este mundo postapocalíptico futurista, pero a la vez tribal. Los efectos de sonido, de igual manera, cuidados hasta el mínimo detalle. Ninguna queja en este apartado.
A nivel visual, me quito el sombrero ante Guerrilla Games. Es brutal la cantidad de detalles que podemos encontrar en todo el mundo, tanto a gran escala (la naturaleza, las ruinas, los asentamientos y ciudades que visitamos) como a pequeña escala (las vestimentas de los personajes, sus tatuajes o marcas de guerra, así como las armas).
Jugué Horizon Forbidden West en mi veterana PlayStation 4 y me sorprendió gratamente el excelente desempeño del juego en la vieja consola. Todo corre fluido, sin caídas de frames o problemas como tearing o popping, y con tiempos de carga dentro de lo aceptable.
El trabajo de los actores de doblaje es muy bueno, tanto en inglés como en castellano. Acá debo destacar que Horizon Forbidden West llega completamente localizado al español latinoamericano, con un pequeño ‘pero’ que detallaré en la siguiente sección del análisis.
Lo malo
El nivel de dificultad me pareció poco retador. Empecé a jugar Horizon Forbidden West en ‘Normal’, pero con el pasar de las horas decidí incrementar el nivel para encontrar un poco más de desafío.
En la misma tónica, debo cuestionar que Aloy sea demasiado parlanchina, al punto que nos ‘sopla’ la resolución de puzles y hasta el camino a seguir cuando nos estancamos unos segundos en una misión.
Si bien destaqué la buena historia que cuenta Horizon Forbidden West, estamos en una continuación directa de lo ocurrido tanto en el primer juego como en su expansión. Si no has jugado ambos, te sentirás algo perdido en esta nueva aventura.
Horizon Forbidden West ha agregado elementos interesantes para ampliar su universo, como un juego de mesa llamado Asalto Mecánico (hay retadores en las distintas ciudades que visitamos). El juego de mesa es bastante interesante, no lo niego; pero la llave de la victoria está en tener mejores piezas (las cuales iremos adquiriendo a medida que avanzamos en la campaña). Y ese es el problema: siento que la clave de la victoria no radica en la habilidad del jugador, sino en el valor de nuestras piezas.
Se han implementado mejoras en el sistema de combate cuerpo a cuerpo, pero definitivamente en este apartado Horizon Forbidden West está muy por debajo de otros exponentes de su género. Esto se ve evidenciado en los enfrentamientos contra los enemigos humanos, que son poco inspirados y hasta tediosos. Todas estas secciones las prefería abordar en sigilo, eliminando uno por uno a los rivales hasta liberar las zonas.
Durante el juego podemos acceder a muchas secciones acuáticas, en las que incluso hay máquinas enemigas, aunque -lamentablemente- no podemos enfrentarnos a ellas. No se ha implementado un sistema de pelea acuática, lo cual hubiera sido genial. Lo único que nos queda en estas secciones es ocultarnos e intentar pasar desapercibidos.
A lo largo de la campaña, tenemos algunos momentos puntuales en los que nos pedirán tomar decisiones que, en teoría, afectan el desarrollo de los acontecimientos. Nada más lejos de la realidad, ya que lo único que cambian son algunos diálogos y cinemáticas, pero el resultado siempre es el mismo.
En mis poco más de cien horas de juego, encontré poquísimos glitches o bugs; pese a -como ya les dije- haber jugado en una PlayStation 4. Sin embargo, en aras de la transparencia mencionaré que en un par de ocasiones el sonido se glitcheó y no se escuchaban los efectos de sonido, y en otro momento pasó algo bastante raro: el suelo por el que caminaba desapareció y caí a un abismo sin fin que me obligó a reiniciar la partida. Reitero que fueron cosas muy puntuales, pero cumplo con mencionarlas como parte de mi experiencia.
Como ya mencioné en la anterior sección del análisis, Horizon Forbidden West llega completamente doblado al español latinoamericano. El problema es que no se ha implementado la sincronización de labios, por lo que si jugamos en otro idioma que no sea el inglés veremos cierto desface entre labios y voces. No es muy grave, pero otros videojuegos ya han logrado implementar este tipo de tecnología acertadamente.
Lo feo
Desierto. No encontré algo particularmente negativo como para incluirlo en esta sección del análisis. Tal vez lo feo es que usuarios de otras plataformas no tendrán acceso a este juegazo por un buen tiempo (ya que dudo que la versión de PC se lance próximamente).
Conclusión:
Debo admitir que, antes de jugar Horizon Forbidden West, pensé que Guerrilla Games no iba a lograr superarse así misma, tal vez porque el producto original era de por sí bastante bueno. Pero estaba completamente equivocado: los neerlandeses han logrado mejorar, y con creces, la propuesta del 2017, agregando decenas de elementos, ampliando el universo y presentándonos una historia mucho más interesante e intrigante. Horizon Forbidden West es un videojuego imprescindible para los poseedores de una PlayStation 4 o PlayStation 5, aunque con la advertencia de jugar primero el original y su expansión. No sentía un crecimiento tan superlativo en una saga desde que jugué la secuela de Uncharted.
Comparte esta noticia
Siguenos en