En Perú, le llamamos ‘matagente’. Pero en otros países es conocido como ‘balón prisionero’ o ‘quemados’. Reglas más, reglas menos, en Estados Unidos se le llama dodgeball y hasta ha inspirado una hilarante película con Vince Vaughn y Ben Stiller.
Llame como se llame, no podemos negar que es uno de los juegos infantiles más populares del mundo, y acaba de hacer su salto al mundo de los videojuegos con Knockout City, de la mano de Velan Studios y Electronic Arts.
¿Vale la pena invertir en este videojuego?, ¿es una propuesta recomendable? Tras haber jugado varias horas, acá les comparto mis impresiones.
Lo bueno
El planteamiento jugable de Knockout City ha plasmado correctamente el espíritu del ‘matagente’: se enfrentan dos equipos de tres o cuatro integrantes, que deben golpear con el balón al rival para hacerle nocaut. El equipo que alcanza 10 o 12 nocauts (dependiendo del modo de juego) se llevará la ronda.
La jugabilidad es bastante accesible. Para coger un balón, basta pasar sobre él; y el lock-on es automático al rival más cercano. Para lanzar la pelota, solo debemos lanzar R2/RT, con una fuerza regulable según el tiempo que mantengamos presionado el botón.
También tenemos una acción para bloquear los ataques, así como la opción de dar pases. Tenemos también un comando para hacer dash (con el que podemos empujar a nuestro rival y hacerle perder el balón), otro para planear unos metros y un par para hacer piruetas.
Los comandos básicos se pueden combinar para realizar diversos tipos de ataque. Incluso, tenemos la opción de hacernos bolita, simulando un balón, para que un compañero nos use para atacar a los rivales.
Knockout City incluye al momento de su lanzamiento cinco balones especiales, a fin de dar variedad a los combates: un balón lunar, que nos da la opción de dar saltos más elevados; un balón francotirador, para hacer lanzamientos a distancia; uno explosivo, que detona y pude eliminar a los rivales que estén en la onda expansiva; un balón múltiple, que nos da tres opciones de disparo; y un balón jaula, que nos permite capturar a un rival y usarlo como balón.
Apenas empezamos Knockout City, tenemos habilitada la opción Juego Callejero, que incluye cuatro modalidades: KO de Equipo, el clásico 3 contra 3, con balones normales y especiales; Pelea de Bolita, un modo 4 contra 4 sin balones (en los que debemos cooperar con nuestro equipo haciéndonos bolita para atacar a los rivales); Carrera de Diamantes, una suerte de modo baja confirmada, en el que los rivales derrotados arrojan diamantes que debemos recoger para sumar puntaje; y Fiesta KO, en el que todos los balones son explosivos.
A medida que vamos jugando, iremos sumando experiencia para subir de nivel. Apenas se lanzó Knockout City, se inició un pase de batalla con premios por cada nivel alcanzado. Los premios son, en su mayoría, ítems estéticos para editar nuestros avatares, con tipos de peinado, accesorios, ropa, etc.
Knockout City incluye crossplay entre consolas y PC, lo que -en mi opinión- facilita la formación de partidas. En todas mis horas, no he tenido problemas para conseguir lobby, pasando pocos segundos para empezar a jugar.
Cabe destacar Knockout City está gratuito en todas sus plataformas. Sin embargo, solo podremos llegar hasta el nivel 25, tras lo cual debemos pasar por caja y comprar algunas de sus dos versiones: la básica (20 dólares) o la Deluxe Edition (30 dólares).
Lo malo
Estéticamente, Knockout City parece un juego sin una identidad propia. Es uno de los tantos títulos de la actualidad inspirados en la estética caricaturesca de Fortnite, algo que particularmente me incomoda sobremanera. Sin embargo, reconozco que esto debe ser algo generacional. Tal vez los gamers más jóvenes encuentren más ‘familiar’ el look de Knockout City.
El apartado gráfico es bastante simple, con un diseño de personajes y escenarios básico. Esto tal vez se deba a que el juego ha sido desarrollado pensando en las consolas de pasada generación y en Nintendo Switch. Eso sí, no puedo quejarme del desempeño de Knockout City: todo corre estable, con tiempos de carga bastante cortos.
La música de Knockout City no me llegó a convencer, sin mencionar que tiene un protagonismo bastante opacado entre los efectos de sonido. En la misma tónica, el comentador del juego no destaca, con intervenciones cortas, remarcando lo obvio.
Para empezar a jugar, podemos personalizar hasta tres avatares distintos. No hay pocas opciones de personalización, pero sí son bastante similares, todo para que no se trastoque la estética general del juego. Esto, asumo, se irá paliando a medida que vayamos desbloqueando ítems.
Knockout City llega localizado al español, pero sin voces en nuestro idioma. Acá se presenta también un problema a nivel estético: cuando habla el comentador, sus textos aparecen en gran parte de la pantalla, irrumpiendo en pleno menú o, peor, durante el gameplay.
Lo feo
Hubiera sido genial tener más opciones de juego, con partidas con más jugadores por equipo. Sería genial tener encuentros 6 contra 6, lo que convertiría el juego en todo un caos frenético. También sería ideal tener modalidades en las que debamos defender un punto o varios puntos dentro del mapa.
Y ya que hablé de mapas, debo decir que al momento de su lanzamiento Knockout City solo trajo cinco, una cantidad algo reducida para un videojuego que solo está enfocado a la modalidad multijugador.
Conclusión:
Podría analizar Knockout City rigurosamente, desnudando un juego con varias falencias y un espíritu indie con mucho margen de mejora y poco contenido al momento de su lanzamiento. Sin embargo, hay un hecho incontrastable: es un título bastante divertido y hasta adictivo. La prueba máxima es que, cuando me conecté por primera vez, pensé jugar unas cuantas partidas y dejarlo; pero pasaron tres horas y seguía enganchado. Recomiendo darle una chance: aprovechen que está gratuito (hasta el nivel 25) y, si les gusta lo suficiente, ya lo compran.
Comparte esta noticia
Siguenos en