Ruiner es un videojuego de acción, de estética cyberpunk y con vista isométrica, lanzado originalmente en septiembre 2017 para PC, Xbox One y PlayStation 4. El título acaba de ser editado para Nintendo Switch, que es la versión que he jugado para este análisis.
Este videojuego ha sido desarrollado por el estudio independiente polaco Reikon Games, formado por exdevelopers de sagas como The Witcher, Dead Island y Dying Light. Así que no hablamos de novatos en la industria.
¿Estamos ante otro gran representante de la escuela polaca?, ¿Ruiner un videojuego recomendable? No dejen de leer este review.
Lo bueno
Ruiner es un videojuego con una estética cyberpunk, que nos muestra una representación distópica del año 2091, en el que una megacorporación llamada Heaven rige los destinos de la ficticia ciudad de Rengkok.
La historia de Ruiner arranca precisamente dentro de las instalaciones de Heaven, donde controlamos a un hombre sin nombre y sin rostro (ya que está cubierto con una máscara cibernética), que tiene una sola misión: matar al ‘Jefe’. No tenemos más información y nos vemos empujados a cumplir este objetivo debido al control mental de un hacker llamado ‘Wizard’.
Así avanzamos los primeros minutos -que sirven como tutorial- hasta que entra a tallar ‘Ella’, otra hacker, que bloquea el control de ‘Wizard’ y nos revela que nuestro hermano ha sido raptado. Este nuevo objetivo es el hilo conductor de toda la campaña, la cual tiene interesantes sorpresas y giros argumentales que obviamente no comentaré para no malograr la experiencia a nadie.
La historia se narra a partir de diálogos que se muestran con viñetas (como en los cómics), pero también a través de pequeñas cinemáticas prerrenderizadas. Así iremos conociendo más del protagonista, a quien ‘Ella’ llama con el sobrenombre de ‘Puppy’ (cachorro, en español), así como a los diversos personajes de la pintoresca urbe.
Una de las cosas que más me gustó de Ruiner fue su jugabilidad, que combina el género de disparos con el hack and slash de una manera satisfactoria. Además, tenemos diversas habilidades desbloqueables que ayudan a moldear un estilo de combate propio.
Por ejemplo, tenemos la opción de hacer dash para esquivar, así como la habilidad para activar un campo de fuerza para bloquear balas. Pero si combinamos ambas, podemos realizar embestidas para aturdir a los enemigos y poder atacarlos a placer.
Esta es solo una de las varias opciones jugables que nos otorga Ruiner, que incluye un nutrido árbol de habilidades desbloqueables, a las que iremos accediendo a medida que subimos de nivel.
El control de personaje, aprovechando los dos sticks del joystick, recuerda mucho a Hotline Miami, un referente inmediato de este tipo de juegos. De hecho, Ruiner también tiene mucha violencia explícita y brutalidad sin censura, tal como el título de Dennaton Games.
La banda sonora de Ruiner está formada principalmente por temas electrónicos ágiles y poderosos -obra de la DJ polaca Natalia Zamilska-, que calzan muy bien con la estética del juego, y con la acción y frenetismo expuestos en pantalla.
Finalmente, debo destacar que la versión de Nintendo Switch, que es la que probé para este análisis, es bastante correcta. Si bien Reikon Games ha sacrificado calidad gráfica (las versiones de PlayStation 4, Xbox One y PC lucen mejor), todo el juego corre fluido y sin mayores problemas técnicos en la consola híbrida. Además, tenemos la opción de llevar el juego a donde queramos, y eso siempre es un plus.
Lo malo
Ruiner es bastante accesible, demasiado para mi gusto, con un castigo por morir mínimo. Desde ya mi recomendación de ir directamente por el nivel de dificultad más elevado, para sentir un reto significativo.
La campaña tiene corta duración, entre 6 a 7 horas, dependiendo de tu pericia con el control. Además, no hay muchos incentivos para rejugar la campaña, salvo buscar un mayor reto en un nivel de dificultad más elevado.
La narrativa se centra demasiado en la pareja protagonista, descuidando a los personajes secundarios con los que nos topamos, a los antagonistas (sin mayor desarrollo) y, lo que más lamento, a la ciudad donde se desarrollan los hechos. Hubiera sido genial conocer más de Rengkok, su historia y cultura.
Mucha de la información del lore de Ruiner está restringida a tristes textos dentro del menú. De igual modo, la interacción con personajes secundarios es pobre, anecdótica, nada que enriquezca la historia que se nos quiere contar.
En algunos diálogos, tenemos opciones de respuesta. Pero estas no generan reacciones distintas en nuestros interlocutores. De hecho, por momentos, parecieran segmentos implementados sin mayor sentido, ya que cualquier opción nos lleva siempre por el mismo camino.
Si bien en la anterior sección hablé positivamente de la jugabilidad, debo reconocer que sobre la mitad de la campaña se siente la falta de ideas en el equipo desarrollador, ya que se reciclan enemigos y situaciones en demasía.
Ruiner llega completamente doblado al español. Lamentablemente, la traducción está plagada de jergas y modismos de España, lo que hacen complicado por momentos entender los diálogos. Mi recomendación es, si dominas el idioma, jugarlo en inglés.
Lo feo
Entre misión y misión podremos deambular por la ciudad de Rengkok, lo que en teoría nos invita a la exploración. En la urbe (que podemos recorrer en su totalidad en un par de minutos), nos encontraremos con personajes secundarios que nos darán encargos, pero son misiones secundarias bastante básicas, limitadas a pequeños encargos. Nada más. Es una sección muy desaprovechada.
Conclusión: Ruiner es un videojuego atractivo, con una jugabilidad intensa, una historia intrigante y una estética cyberpunk bien conseguida. Pero hay cosas que desdibujan el producto final, como los diálogos inconsistentes, su nivel de dificultad accesible y el reciclaje de ideas. No es un indispensable del catálogo, pero en algunas plataformas está a un precio tan accesible (12.50 soles en PC / 5 dólares en PS4, al cierre de este análisis), que yo le daría una oportunidad.
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