Estudios científicos han hallado que existe una conexión entre el bienestar psicológico y el físico. Un buen estado de ánimo contribuye a vivir más y mejor.
A propósito de celebrarse cada 20 de marzo, el Día Internacional de la Felicidad, la ciencia nos recuerda que ese buen estado de ánimo contribuye a vivir más y mejor.
Los estudios científicos han hallado que existe una conexión entre el bienestar psicológico y el físico. Por ejemplo, quienes experimentan la felicidad y el optimismo por la vida tienen menos riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, algunas personas tienen una desventaja genética con relación a nuestras emociones, y también influyen los factores ambientales.
"Para la salud física, no es tanto la felicidad en sí, sino su capacidad de regular y tener una sensación de propósito y significado", explicó Laura Kubzansky, profesora de Ciencias Sociales y del Comportamiento en la Escuela de Salud Pública de Harvard, a la CNN.
Algunas investigaciones también han sugerido que los estados de felicidad pueden estar asociados con un menor nivel de estrés, pues las hormonas del estrés están bajas en la sangre durante estos estados de felicidad, y además el sistema inmune funciona mejor.
La relación entre felicidad y la salud además se explica en que las personas con mejor ánimo tienen buenos hábitos como el hacer ejercicio, consumir una dieta balanceada y duermen lo suficiente.
Perfiles de personas con menor presión sanguínea, peso corporal adecuado y grasa en la sangre se condicen con un estilo de vida alegre y optimista.
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