Los creyentes hacen largas colas para depositar su carta en el pozo de los deseos.
Miles de fieles acuden al Santuario de Santa Rosa de Lima, con el objetivo de rendir homenaje a este personaje religioso. Se espera que este año, en el que se conmemoran 400 años del fallecimiento de Isabel Flores de Oliva, acudan al templo hasta un millón de católicos.
Desde las seis de la mañana, cuando se abrieron las puertas del santuario, los creyentes acuden para cumplir este tradicional rito, que consiste en lanzar en el pozo una carta dirigida a la santa con algunos pedidos. La larga cola para llegar al pozo se extiende hasta afuera del recinto.
RPP Noticias conversó con varios fieles, provenientes de distintos distritos de la capital, pero también muchos de ellos viajaron desde el interior para cumplir con esta tradición. “Pido por mi familia”, dijo una mujer. “Yo solo quiero salud para mis familiares”, comentó un joven. Muchos creyentes acudieron acompañados de sus menores hijos y, en algunos casos, con personas ancianas o en sillas de ruedas.
La ceremonia central de esta festividad fue la misa de acción de gracias, que se llevó a cabo en la Plaza Mayor de Lima, presidida por el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani.
Un pozo con historia. La tradición de arrojar cartas con pedidos al pozo del Santuario de Santa Rosa tiene un origen religioso. Según las crónicas, Isabel Flores de Oliva se había colocado una cadena alrededor de la cadera a modo de penitencia. El metal le había causado profundas heridas que amenazaban con afectar su salud.
Su confesor, al notar las lesiones causadas por la cadena, le invocó que se la retirara. Sin embargo, la hoy santa dijo que no podía hacer nada ya que la llave la había arrojado al pozo. Ambos acuden al lugar y comienzan a orar. Es en ese momento en que, según la tradición, la cadena se abrió milagrosamente y Santa Rosa quedó liberada de su dolorosa penitencia.
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