Abraham Levy explicó por qué el clima tiene un comportamiento tan agresivo en los últimos días.
Primero fue Chosica y Santa Eulalia. Luego Ica, la sierra sur y finalmente en Lima. Los huaicos y las intensas lluvias han dejado miles de damnificados y emergencia en distintas regiones. Un fenómeno inesperado que, inoportunamente, elevó a niveles históricos la temperatura del centro y sur del país.
Según el meteorólogo Abraham Levy, lo que está ocurriendo tiene relación con un calentamiento repentino del mar. Este es el origen de las altas temperaturas en la costa y de las lluvias en la sierra. ¿Pero cuál es la diferencia con el fenómeno El Niño?
Características diferentes. Al no ser un fenómeno constante a lo largo de varios meses, no se le puede considerar un Niño, como el que causó estragos en el año 1998. Además este comportamiento ha sido imprevisible, según Levy.
"Al no ser un fenómenos constante a los largo de varios meses, no se puede considera un fenómeno El Niño. Tampoco se podría prever, no con esta magnitud. El calentamiento del mar tiene la magnitud de un Niño, pero sin llegar a ser uno. Tenemos temperaturas por encima de lo normal, y estas son las que generan la precipitaciones", comentó en el dominical Cuarto Poder.
Comportamiento extraño. Tan imprevisible es el comportamiento del clima que el pasado diciembre, comenta Levy, el Gobierno decretó estado de emergencia por ausencia de lluvias, por sequía. Y al cabo de unas semanas el panorama cambió por completo.
"Lima es un desierto, Ica también, pero cuando se produce el calentamiento del mar empieza a llover en una parte de esos desiertos, como pasa en las quebradas de estas dos ciudades. El Niño es un patrón global. El calentamiento de las aguas, que retroalimentan al viento y sucesivamente producen un efecto en cadena que dura muchos meses", explicó.
Tiempos cambiantes. Una de las características más importantes de esta anomalía es que no se va a prolongar por muchas semanas. Tiene un tiempo estimado en el que las aguas marinas bajarán de temperatura, las lluvias cesarán y las altas temperaturas, por ejemplo de Lima (que ha registrado picos de 31 grados con sensación de 34), bajarán en algunos días más.
"En 1925 tuvimos un fenómeno similar. Un calentamiento repentino, no fue un Niño clásico. Dos, tres o cuatro semanas soportamos lluvias extraordinarias, de manera que puede suceder un calentamiento del mar, pero es un calentamiento temporal, no va a durar meses".
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