La Khan Lab School es única. Fue fundada por el educador Sal Khan, quien busca reformar la manera en que se les enseña a los niños en las escuelas.
La Escuela Laboratorio Khan ha llamado la atención de los educadores mundiales por su novedosa forma de enseñanza. Ubicada en Mountain View, California, y fundada en 2014, la escuela tiene una propuesta de enseñanza que se diferencia mucho de la tradicional.
La primera diferencia es que no hay cursos divididos por años. Los 95 alumnos, de entre cinco y 14 años, que tiene la Escuela Laboratorio Khan tienen un división espacial, un grupo en el que están los más pequeños y otro en el que van los más grandes.
Libertad para aprender. Los alumnos aprenden de acuerdo a sus intereses, gustos y necesidades. En la escuela Khan no hay salones donde se dicten clases, sino que los niños se mueven con absoluta libertad. El centro tiene preparado diferentes actividades para los estudiantes en una jornada diaria de 9 horas.
"Uno elige lo que estudia", dijo Holly Thompson, una estudiante de nueve años, a la Voz de América. "No se trata de que el profesor solo te entregue tu hoja de trabajo y te diga qué hacer. Uno mismo tiene que fijar sus metas".
Los pasos. El objetivo de la escuela es que los niños aprendan distintos conocimientos y aptitudes, desde matemática hasta cocina, siempre a su ritmo, de forma personalizada. El trabajo en equipo también es fundamental.
En esta escuela no hay calificaciones, aunque sí existen formas de medir lo aprendido. Todos los estudiantes deben dar un examen nacional con regularidad. "Cuando dominan un contenido entonces pasan al siguiente paso de destrezas", explicó el director de la escuela, Dominic Liechti. "No tenemos chicos con dificultades. Están sobresaliendo".
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