Tras el encuentro, el papa saludó a la delegación presidencial y posteriormente se procedió al habitual intercambio de regalos.
El papa Francisco y el presidente de Argentina, Mauricio Macri, mantuvieron hoy una audiencia privada en el Vaticano en la que abordaron la situación actual del país y la lucha contra la pobreza y el narcotráfico. El encuentro privado duró 22 minutos.
"Hablamos en general de la importancia de que tengamos en la agenda como puntos fundamentales la unión de los argentinos, la lucha contra la pobreza y contra el narcotráfico", aseguró Macri.
Macri describió el encuentro como un "contacto entre dos viejos conocidos" e hizo mención a la relación que les unió en Buenos Aires, cuando Jorge Bergoglio era arzobispo y el mandatario argentino, alcalde de la misma ciudad.
Confirmó que planteó a Bergoglio la "preocupación por unir a los argentinos" y la necesidad de "dejar atrás los rencores" para trabajar en "una agenda común" que lleve al país "hacia el futuro" y que resuelva "los problemas de pobreza del país". "Le comenté, y él estuvo de acuerdo conmigo, que era muy importante que la Argentina vuelva a establecer relaciones con el mundo (...) para que de esa manera comenzar un proceso para atraer inversión que fomente el trabajo", comentó.
También conversaron sobre la entidad "Scholas Occurrentes", impulsada por el propio Bergoglio en 2013 y que se esfuerza en promover la integración social y la paz mediante la tecnología, el arte y el deporte; y sobre la colaboración entre el Gobierno argentino y la Iglesia del país.
A nivel personal, el presidente argentino reconoció que el papa Francisco le dio varios consejos: "Me dijo que tuviera paciencia, que no dude en enfrentar los problemas graves de fondo que tiene la Argentina, que son el narcotráfico y la corrupción, que hacen mucho daño y frenan oportunidades a los que menos tienen".
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