El cambio de color se repite cada verano y responde a una explicación científica que no resulta extraña para los habitantes del lugar.
El lago del parque de Westgate, en Melbourne (Australia) tiene un particular aspecto desde hace unas semanas: sus aguas tienen color rosado. Pero los australianos no están sorprendidos, pues la situación se produce cada año por las fechas de verano y tiene una explicación científica.
Cuando llega el verano y las temperaturas aumentan, el agua de este lago se vuelve particularmente salada. Sus niveles de salinidad superan diez veces los del mar y se producen luego de que el agua se evapora por el calor del ambiente.
Pigmentación. En medio de este fenómeno, un microbio capaz de soportar este hábitat empieza a reproducirse masivamente y genera pigmentos de color rosa que se llaman carotenoides. Este efecto irá desapareciendo hacia el mes de junio tras el enfriamiento del clima y la llegada del invierno.
El biólogo conservacionista de Parks Victoria, Mark Norman, explica no basta con que el lago sea altanamente salado para que sus aguas se tornen rosadas bajo las condiciones mencionadas. Según informó al New York Times, debe existir una combinación equilibrada de factores. Se trata de alta salinidad, tipo de sal y organismos correctos.

Video recomendado
Comparte esta noticia