Un nuevo caso de feminicidio en el país sudamericano ha despertado la indignación de la población.
Miles de argentinos salieron a las calles para renovar el “Ni una menos”, una consigna que exige poner freno a los feminicidios y que ha vuelto al golpear las conciencias con el resonado caso de una joven asesinada.
La muerte de Micaela García, cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado, detonó una vez más en Argentina el reclamo de medidas efectivas para prevenir los feminicidios, que se suman a un escalofriante ritmo de uno cada 18 horas en este país, según cifras de organizaciones sociales.
También ha renovado el debate sobre la denominada “Justicia garantista”, que ha permitido que el sospechoso por este crimen, con condenas por violación, gozara de un beneficio de libertad condicional.
“Estamos acá para pedir justicia por el crimen de Micaela. Es un escándalo: en Argentina se muere una mujer cada 18 horas víctima de violencia machista”, dijo Lucía Cámara, de la agrupación Las Rojas, una de las miles de personas, en su mayoría jóvenes de movimiento sociales y políticos kirchneristas y de izquierda, que hoy se concentraron en la Plaza de Mayo, de Buenos Aires.
Movilizaciones en toda Argentina. Este fue uno de los tantos puntos de Argentina donde se convocaron actos y movilizaciones para recordar a Micaela, una joven de 21 años, que estudiaba en Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos (noreste), y que además realizaba tareas sociales en barrios pobres como militante del movimiento peronista JP Evita.
Tras una semana de búsqueda, el cuerpo de Micaela fue encontrado el pasado sábado en la periferia de Gualeguay con indicios de violación antes del homicidio por estrangulación, y por el crimen quedó detenido Sebastián Wagner, de 30 años.
En el marco de esta causa, han sido detenidos otros dos hombres, uno de los cuales quedó imputado como sospechoso de haber colaborado en el asesinato, según confirmó el fiscal del caso, Ignacio Boris Nicolás Telenta. (EFE)
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