¿Qué puede esperar América Latina de Donald Trump?

Donald Trump es el nuevo presidente de Estados Unidos. Esa sola frase entusiasma a Rusia, aliada del magnate, pero asusta a muchos en América Latina. ¿Qué le espera a la región con su llegada a la Casa Blanca? La Deutsche Welle entrevistó a tres analistas para que dieran una visión del futuro que le espera a la potencia norteamericana durante el Gobierno republicano.

El politicólogo alemán Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política de Berlín (Alemania), consideró que no habrá muchas oportunidades en materia económica. "América Latina se va a quedar sola, porque no tendrá muchas oportunidades para cerrar acuerdos de libre comercio con Estados Unidos bajo Trump. Tampoco podrá esperar apoyos para salir de las crisis que se presenten".

Acuerdos comerciales. El aspirante republicano a la Casa Blanca ha propuesto sacar a EE.UU. del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al que considera como el "peor de la historia" del país norteamericano. También arremetió contra el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y aseguró que sacará al país del mismo. "Eso será un golpe mortal para la industria manufacturera de Estados Unidos", comentó Maihold

En las últimas décadas, EE.UU. se ha desindustrializado al igual que otras economías desarrolladas. Y el mandatario electo teme que el Acuerdo de Asociación Transpacífico golpee aún más algunos sectores manufactureros, como el automovilístico. De acuerdo con la lista mundial de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), la primera economía global es el segundo exportador mundial de vehículos. Pero hoy su posición está siendo amenazada por México, país que también forma parte del TPP.

En los últimos años las grandes multinacionales automotrices, entre ellas Audi y BMW, han realizado grandes inversiones en nuevas plantas o en la expansión de fábricas existentes en la nación latinoamericana, desde donde salen miles de unidades para todo el mundo a precios bajos.

América Latina. Christopher Sabatini, catedrático de la Universidad de Columbia (Nueva York) no ve con optimismo el desarrollo de Cuba en la lista de prioridades de Trump. “Está hablando como empresario y se refiere a que las condiciones que Cuba ofrece a la inversión no son muy favorables en este momento. Ha dicho también que hablaría con los Castro, por lo que se ve una actitud más pragmática y menos ideológica que en el pasado. Me temo que mire a Cuba como una gran oportunidad para construir sus hoteles y casinos, lo que sería una vergüenza“.

El resto de América Latina no parece que correrá mejor suerte, según el politólogo Javier Corrales, del Amherst College de Massachusetts. Según su lectura de las cosas, Donald Trumo no está interesado en alianzas, sino no son sus socios los que paguen las cuentas, lo que pone en peligro la relación de Estados Unidos con Colombia, México y Centroamérica.

¿Y Venezuela? “Es difícil predecir cómo se va a comportar con Venezuela, el único país de la región con el que Estados Unidos tiene divergencias importantes en temas de seguridad nacional", dice Corrales. "Podría tomar una línea dura, o simplemente ignorar la situación".

El viejo amigo México. En junio del año pasado, el magnate arremetió contra los inmigrantes mexicanos que llegan a la primera economía global. "México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (...). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos", afirmó durante un discurso ofrecido en el centro de Manhattan. Luego prometió levantar un muro en la frontera y hacer pagar por él al Gobierno mexicano.

“México afrontaría una situación de mayor presión de Estados Unidos para asumir un verdadero control fronterizo. Se le exigirá también un mayor control de su frontera sur con otros países centroamericanos. También veríamos el fortalecimiento del comando sur de Estados Unidos en Miami para imponer una cooperación más militarizada con estos países”, dijo Maihold.

Desde la década de los noventa, la emigración de guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, entre otros centroamericanos, hacia EE.UU. se incrementó a causa de la pobreza y violencia en esos países. De acuerdo a cifras del Instituto Tecnológico Autónomo de México, solo en 2005 al menos 390,000 llegaron irregularmente a tierras estadounidenses a través de México. Para luchar contra este flagelo, el Comando Sur de Estados Unidos, uno de los comandos del Departamento de Estado que cubre 31 países de América Latina, coopera con los gobiernos para frenar los flujos migratorios.