El estado de salud de Hillary Clinton, quien fue detectada con neumonía y tuvo que suspender su campaña, sigue genernado especulaciones entre sus rivales.
Los seguidores de Donald Trump siguen especulando sobre la salud de Hillary Clinton, en especial desde que la candidata demócrata se desplomó en un acto y tuvo que ser llevada de emergencia para ser atendida. Pese a que el diagnóstico oficial es de neumonía, los críticos de la exprimera dama tienen una teoría alternativa: la verdadera Hillary está grave y la que ha aparecido en público desde su incidente es una doble.
La teoría. El pasado domingo Hillary Clinton tuvo que abandonar un acto en conmemoración a las víctimas del 11 de setiembre en Nueva York. Un video de lo ocurrido mostró a la candidata desplomándose antes de subir a la camioneta que se la llevó. Hasta aquí todo está comprobado. Lo que la teoría de los seguidores de Trump propone es que la demócrata fue recluida en el departamento de su hija Chelsea por su grave estado de salud y para ocultarlo, usaron a una doble de cuerpo.
¿Evidencias? Los ‘creyentes’ se basan en la supuesta y repentina pérdida de peso de Clinton en su aparición luego de del desmayo. Además, señalan la ausencia de agentes del Servicio Secreto, asignados a cuidarla, cuando salió a la calle. También postulan que el dedo índice de la ‘falsa Hillary’ es más largo que el de la ‘verdadera’ y que la nueva se ve más joven. Incluso han dado el nombre de la ‘impostora’: Teresa Lilly Barnwell, una actriz que en su web se califica a sí misma como su “mejor imitadora en los Estados Unidos desde 1993”.
Rechazo. La teoría ganó notoriedad cuando su hashtag ‘#HillarysBodyDouble’ (la doble de Hillary) se convirtió en tendencia en Twitter. Como era de esperarse, una gran cantidad de usuarios comenzaron a burlarse de la teoría, calificándola de ridícula y de un nuevo episodio en una campaña presidencial marcada por frases polémicas, entredichos e insultos entre candidatos y sus seguidores. “Creo que subestimé la estupidez humana”, dice uno de los críticos, mientras que la propia Teresa Barnwell descartó la teoría. “He estado en Los Angeles, gente, cálmense”, escribió.
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