La presidenta recibió el respaldo de los mandatarios de Bolivia y Venezuela ante la ofensiva opositora brasileña que busca su destitución.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió hoy el apoyo de los mandatarios de Bolivia y Venezuela, del secretario general de la Unasur y del candidato presidencial del oficialismo en Argentina frente a la ofensiva de la oposición brasileña para que sea juzgada con fines de destitución.
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Bolivia, Evo Morales, que se reunieron hoy en una localidad boliviana, expresaron su "preocupación y alarma" por la ofensiva opositora contra su colega brasileña, que debe afrontar una grave crisis económica y el impacto de grandes escándalos de corrupción como el de Petrobras.
"Tanto el presidente Evo Morales como mi persona manifestamos nuestra preocupación y vamos a iniciar un conjunto de consultas porque parece anunciarse en Brasil con una nueva modalidad un golpe de estado contra la presidenta Dilma Rousseff y contra el movimiento popular", sostuvo el mandatario venezolano.
Según Maduro, ha costado mucho "que se levanten los movimientos populares y sean gobiernos del pueblo y para el pueblo" en los países latinoamericanos y ahora "hay una arremetida contra todos los procesos progresistas" en la región.
Agregó que los presidentes del bloque bolivariano Alba no se quedarán callados "frente a un intento de golpe de Estado en Brasil ni en ningún lugar de América Latina y el Caribe", sino que se manifestarán "con voz clara y abierta para apoyar al movimiento popular y al pueblo de Brasil".
Además de a Samper, Rousseff recibió hoy en Brasilia al candidato presidencial del oficialismo argentino, Daniel Scioli, el favorito en los sondeos de las elecciones del 25 de octubre.
"Confío en que los poderes del Estado (brasileño) actuarán con responsabilidad y en que Dilma (Rousseff) desarrollará su Gobierno dentro de la constitucionalidad", declaró Scioli a los periodistas tras su entrevista con la mandataria.
EFE
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