Johan Leman es antropólogo y trabaja más de 30 años en la zona donde fue arrestado Abdeslam. “Todos en Molenbeek sabían que esto no había acabado”.
Viernes 18 de marzo. El hombre más buscado de Europa cae preso por la policía en el barrio de Molenbeek en Bruselas (Bélgica). Una gran sonrisa aparece en los medios: es la del primer ministro belga Charles Michel. Cuatro días después no hay más sonrisa, todo se transforma en llanto. Los yihadistas del Estado Islámico se han cobrado la vida de más de 30 personas ejecutando dos atentados suicidas simultáneos.
Pero esta situación era previsible para algunos. El mismo Michel dijo: “Ocurrió lo que temíamos”. Es verdad. John Leman, un antropólogo que trabaja en la zona donde fue arrestado Abdeslam, ha visto crecer y desarrollarse una red de posibles terroristas que están relacionados al tráfico de drogas.
En una entrevista hecha por Le Figaro tras el atentado en Bruselas, Leman sostiene algo escalofriante: “En Molenbeek todos sabían que esto no había acabado”. El arresto de Abdeslam había adelantado todo.
A continuación les dejamos las explicaciones de este especialista que sintetiza el modo de accionar del Estado Islámico en ese territorio y posiblemente en otros lugares similares de Europa.
Como la mafia
Las redes del Estado Islámico en Europa, en Molenbeek, como en otras partes, son organizadas como estructuras mafiosas y accionan como tales. Tras la detención de Abdeslam era previsible que el Estado Islámico, sintiéndose debilitado y amenazado, haya reaccionado lo más rápido posible. Los ataques estaban posiblemente en preparación, pero se adelantó su ejecución. En Molenbeek, todos sabía que tener en prisión Abdeslam no cambiaba las cosas.
Laberinto social
Toda la zona involucrada conocida como “croissant pauvre” (barriadas) agrupa los barrios de Forest, Molenbeek, Schaerbeek. No se necesitan más de 10 minutos en auto para atravesar esta zona, hoy convertida en un laberinto que los terrorista recorren a su gusto. Los candidatos más ingenuos entre quienes quieren pertenecer al grupo terrorista son enviados a Siria para servir a la causa. Los más determinados se quedan en la zona ligados al tráfico de la droga.
Salah Abdeslam era conocido en Molenbeek como un pequeño traficante, y muchos otros como Medhi Nemmouche (presunto autor del atentado contra el museo judío en Bruselas en mayo de 2014) huyó prestándose un autobús que le proporcionaron los “dealers” (vendedores de drogas) antes de ser arrestado en Marsella.
La ruta de la droga
Molenbeek es uno de los puntos por donde circula el cannabis que viene del Rif marroquí, región de donde llega la mayoría de la población que ahora habita en esa zona de Bélgica. En su mayoría son de la zona de Ketama (Marruecos), en el centro del Rif bereber. Es ahí donde inicia la ruta de la droga para luego pasar a España, Francia. Luego llega a Bélgica, hasta las zonas de Molenbeek, Anvers, luego Rotterdam y Amsterdam, ambas ciudades importantes de Holanda.
Antecedente sangriento
Un día después de los atentados del 11 de septiembre fue precisamente Molenbeek desde donde partieron dos falsos periodistas para asesinar al comandante Massoud, adversario de los talibanes en Afganistán.
¿Qué hacer?
Para Leman, las autoridades deben bajar al llano, deslizarse por todos aquellos barrios por donde circulan inmigrantes susceptibles de accionar como terroristas, como trabajó el gobierno de Italia en Sicilia contra la mafia. “Ellos no están en contacto con la población. En una semana se puede saber cómo están compuestas estas redes. Los habitantes están dispuestos a cooperar siempre y cuando se les respete”. (Con información de Le Figaro).
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