La joven terminó con varias fracturas, un pulmón colapsado y algunos golpes productos del choque luego de que se rompiese la línea que la conectaba a un bote en un puerto de México.
Katie Malone planeó un actividad muy especial para celebrar su cumpleaños número 29°: se ató a un paracaídas para realizar paravelismo a metros de altura en Puerto Vallarta, en México, a principios de junio.
Todo estuvo bien durante los primeros minutos, pero en algún punto del viaje la joven se percató de que la línea que la conectaba con el bote se había roto y ella volaba en dirección contraria a la que se suponía, acercándose lentamente hacia la tierra.
Su aterrador vuelo terminó cuando Katie aterrizó de emergencia unos 45 minutos más tarde en un aeropuerto a unos 3,2 kilómetros de distancia, contó su hermano Brendan a CNN el jueves.
El choque le fracturó la pelvis, le dejó cuatro costillas rotas, un pulmón colapsado y un golpe en el lado izquierdo de la cara, dijo. Pero ella está con vida y recuperándose lentamente.
A pesar de las lesiones, el accidente pudo haber sido peor. En un momento, estuvo a punto de golpear uno de los balcones de un complejo cercano, pues pasó tan cerca que podía oír a la gente gritar.
Incluso después del complejo aterrizaje, hubo más problemas. Su hermano dijo que había un cocodrilo cerca de donde había aterrizado, y que los socorristas tuvieron que espantar al animal para alcanzarla. Cuando la familia le contó a ella sobre el cocodrilo, Brendan dice que su hermana "se rio y pensó que era gracioso".
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