Héctor Astudillo dijo que se tiene que trabajar en un “gran programa sustentado en acciones sociales” en este estado.
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, reconoció que a pesar de los avances en el nuevo plan de seguridad de este estado del sur de México, este no erradicará la violencia ni resolverá la problemática definitivamente.
"Es una estrategia de contención que no va a resolver el problema", admitió en una rueda de prensa en la Ciudad de México, en la que dijo que ello ocurrirá "cuando Guerrero tenga otras opciones, fundamentalmente de ocupación entre las personas que se dedican a la siembra y a la venta de marihuana y amapola".
Astudillo, quien asumió el cargo en octubre y pertenece al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que se tiene que trabajar en un "gran programa sustentado en acciones sociales", "mejorar la educación" y hallar "actividades atractivas para los guerrerenses".
Asimismo, agradeció la labor "de contención" desempeñada por elementos de seguridad estatales y federales en el marco de la estrategia implementada a finales de octubre.
En ella trabajan hasta 10.000 cuerpos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y, solo en Acapulco, 1.000 marinos, además de agentes federales y estatales, apuntó.
Sobre la ola de violencia y homicidios en el estado en los últimos 15 meses, tras la desaparición de 43 estudiantes en el municipio de Iguala, reconoció que no es un problema "fácil" de arreglar.
No obstante, apuntó que no son generalizados: "Hay confrontaciones y hay personas asesinadas. (...) Encontramos que los asesinatos que existen se ligan a personas relacionadas con actividades de narcotráfico".
Asimismo, señaló que el estado "atraviesa por momentos que han sido difíciles, pero también hay cosas muy buenas; ha habido una excelente respuesta y un trabajo constante en este operativo de seguridad impulsado por el Gobierno federal".
EFE
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