El presidente venezolano condecoró al embajador de Arabia Saudita en su país y desantendió la crisis en Venezuela.
Este jueves, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condecoró al embajador del reino de Arabia Saudita, Jamal J. Nasef, con la Orden Francisco de Miranda en su primera clase por su excelente actuación como diplomático acreditado en su país. Sin embargo desatendió la crisis que atraviesa Venezuela a causa del autogolpe.
"En estos dos años de trabajo ha contribuido a acercar a ambos países a los niveles más altos que hayamos tenido, ha sido un trabajo extraordinario el que se ha hecho en estos años", dijo Maduro.
Admiración árabe. Maduro señaló que el rey de Arabia Saudita y su representante en Venezuela "han trabajado con un espíritu de verdadera cooperación". También comentó que se siente árabe y que su país se siente orgulloso de admirar a la cultura, religión y creencias árabes.
El presidente de Venezuela instó a iniciar el rumbo hacia "un nuevo mundo, de tolerancia, de respeto, de cercanía, de diálogo intercultural, intereligioso, de diálogo político, por la paz".
Contracara. Mientras Maduro premiaba al embajador de Arabia Saudita en su país, las protestas continuaban, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el oficialismo, decidiera este miércoles que asumirá las competencias del Parlamento. La razón es la persistencia del "desacato", un estatus que el Supremo impuso el año pasado a la Asamblea Nacional por el incumplimiento de varias sentencias.
"Mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta Sala o por el órgano que ella disponga, para velar por el Estado de Derecho", dice la sentencia.
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