Armando Rivera vive desde hace siete años con agentes externos en su cabeza, por los cuales perdió ambos ojos y la nariz. Su madre de 80 años también tiene problemas médicos.
(Rotafono RPP) A través del WhatsApp del Rotafono, una ciudadana reportó que su vecino Armando Rivera de 50 años perdió parte del rostro en extrañas circunstancias. El hecho sucede en la provincia de Chincheros, región Apurímac.
El señor Rivera estuvo radicando muchos años en la localidad de Ayacucho y hace tres semanas regresó a la casa de su madre ubicada en el barrio de Chicubamba debido a su avanzado estado de salud; su vecina al verlo en esa situación, lo traslado al Hospital de Chincheros del Ministerio de Salud donde no habría sido atendido debido a lo complejo del caso médico.
"Ellos dijeron que no contaban con especialistas para ese tipo de emergencias por lo que tenía que ser llevado a Lima y que yo debía de asumir los gastos por ser responsable a pesar que él tiene SIS. Este hecho me ha afectado mucho porque parece un muerto en vida", señaló Adela Martínez, quien al ver el grave estado del señor no dudo en pagar a otra persona para que ayude a curarlo con medicinas recomendadas por un farmacéutico.
Además, manifestó que el sábado fue contactado por el área de Sanidad de la Policía Nacional del Perú (PNP) quienes ofrecieron su ayuda; sin embargo, vieron inviable su atención porque tampoco cuentan con los instrumentos y especialistas.
Minsa responde. RPP Noticias, se comunicó con un representante del Ministerio de Salud, quien declaró que la persona había sido atendida anteriormente pero por su creencia religiosa se habría negado de seguir el tratamiento; además, señalaron que no pueden trasladarlo mientras no haya una persona responsable que lo acompañe.
Lamentablemente, Armando vive junto a su madre de 80 años de edad que también tiene problemas de salud. Ellos habitan en una pequeña casa que no tiene recursos básicos, él duerme en la cocina artesanal agravando más su situación.
La denunciante pide a las autoridades que dejen de un lado sus protocolos y brinden una atención médica adecuada para brindar una mejor calidad de vida al afectado.
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