William Gerstenmaier, responsable de exploración espacial de la NASA, aseguró que explorar el universo ayudó a desarrollar tecnologías que hoy son útiles para el ser humano.
La exploración espacial no solo es un mundo apasionante sino que además "genera grandes beneficios para la humanidad, unos beneficios que no lograríamos si no fuera por la ambición de explorar el universo", afirma William H. Gerstenmaier, responsable de Exploración y Operaciones Tripuladas de la NASA.
El ingeniero estadounidense ha viajado a Madrid para celebrar el medio siglo de vida del Centro de Comunicaciones de la Red del Espacio Profundo (DSN), la estación de seguimiento del espacio que la NASA tiene en Robledo de Chavela, a 65 kilómetros de Madrid.
En un encuentro con periodistas, ha subrayado que "explorar el universo sirve para hacer más fácil la vida en la Tierra".
Para la misión Apolo, por ejemplo, "hubo que miniaturizar componentes y para ello se desarrolló la tecnología que actualmente se usa en los móviles. Internet comenzó ahí, y aunque muchas cosas las damos por hechas, han llevado mucho tiempo y mucho trabajo".
"Cuando miramos el tiempo en internet, es porque anteriormente se ha desarrollado un satélite meteorológico, y si ahora llegamos a los sitios con sólo echar un vistazo al móvil es gracias a la tecnología GPS, desarrollada por el sector espacial. Las transacciones bancarias que permiten pasar datos de forma segura, también tienen su origen en el sector espacial".
Pero además hay cuestiones de salud que las tripulaciones (por efecto de la ingravidez) comparten con los ancianos o los enfermos: "pérdida de masa ósea, atrofia muscular, degradación del sistema inmune, o problemas relacionados con la percepción, son aspectos que afectan a las personas en la Tierra y a los astronautas".
El comienzo de la carrera espacial
Gerstenmaier ha rememorado los inicios de la exploración espacial, cuando "era una verdadera competición. Queríamos ser mejores que los rusos y pisar la Luna, y eso justificaba el gasto" pero al llegar al objetivo la carrera se frenó y dio paso a la cooperación internacional, que es "un mundo mucho más sostenible y favorable para avanzar en la exploración espacial".
"Porque como dijo Mandela en una ocasión, si quieres ser el primero, mejor ve solo, pero si quieres quedarte, ve acompañado", ha parafraseado.
Para conseguir una buena exploración espacial la cooperación (incluso con el sector privado) "es muy importante", ha destacado, y "eso es lo que hacemos los 16 países que estamos en la Estación Espacial Internacional (EEI), trabajar mano a mano, también en el diseño del viaje a Marte, en el que utilizaremos tecnología desarrollada en otros países".
Objetivo: Marte 2030
En cuanto al objetivo de la NASA de enviar una misión tripulada a Marte en 2030, Gerstenmaier ha reconocido que es un desafío "muy grande que aún no sabemos si vamos a poder cumplir".
De momento, la NASA aborda el reto en tres fases: la primera es la investigación que se hace en la EEI y que seguirá hasta 2014; la segunda es el trabajo de investigación en la 'región experimental', una zona cercana a la Luna que servirá para entrenar a los astronautas "pero con la cercanía suficiente para regresar a la Tierra si hay problemas".
La última es Marte, la 'región independiente', "la que contiene todos los desafíos".
Para desvelar los secretos del planeta rojo, la NASA trabaja ya con robots exploradores como el 'Curiosity', que estudia la composición de la atmósfera y la superficie del planeta rojo.
Pero hasta que el hombre ponga un pie allí, "quedan muchos desafíos por solucionar como la exposición de los astronautas a la radiación solar durante el viaje, perfeccionar los sistemas para generar oxígeno, o analizar los problemas relacionados con el aislamiento de los astronautas".
Ahora mismo, desde la EEI, las comunicaciones con la Tierra son inmediatas pero con Marte tardarán al menos 30 minutos, "y eso exige que las tripulaciones sean autónomas y solucionen sus problemas sin la ayuda de la Tierra porque no habrá vínculos".
Además, en una misión que podría durar unos tres o cuatro años, hay que solucionar el problema del almacenamiento de fármacos (que caducan rápidamente) y alimentos, pero también es fundamental testar cómo afecta la ingravidez a los astronautas.
Y es que Gerstenmaier es un firme defensor de la exploración por parte de los humanos porque "son muchos los desafíos que encierra el viaje a Marte y aunque los robots pueden hacer mucho y están haciendo mucho, el mundo virtual no es suficiente. Creo que contar con la experiencia del ser humano es insustituible".
EFE
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