
Chiron, el protagonista de Moonlight (Luz de luna) es un niño que no quiere volver a casa, a su barrio hostil y a los extravíos de su madre. Luego es un adolescente que intenta adaptarse a la violencia del colegio y a sus sentimientos. Y finalmente es un hombre duro, que lleva cadenas de oro y pistola, y a quien nadie se atrevería a enfrentar. ¿Pero quién realmente es Chiron? Esa es una pregunta que el mismo no puede contestar. Y si la conoce, no la va a decir.
El director de la película Barry Jenkis muestra a su protagonista siempre igual, con la mirada baja, ensimismado, cargando con un miedo que es más grande que él. En cada uno de los tres momentos de su vida (que son los capítulos en que se divide la película) Chiron busca que alguien le muestre otro camino, fuera de ese ambiente ferozmente masculino que lo acorrala. No lo encontrará en su madre drogadicta y perdida (Naomie Harris), pero sí en Kevin, un amigo del colegio, y especialmente en Juan (el estupendo actor Mahershala Ali), un traficante, un tipo fuerte que se ha ganado el respeto de los malos, pero que como un bondadoso padre le da consejos para que viva todo a su tiempo.
Moonlight es un relato sobre la construcción de una identidad en el peor escenario. Nada es previsible en el tránsito de este chico homosexual que debe crecer como un hombre rudo y violento para sobrevivir. Barry Jenkins tiene el gran acierto de que nunca la historia se desborde. Donde otro director podría hacer que el melodrama explote con llantos y gritos, Jenkins prefiere que digan más los gestos, los silencios, el calor de Miami, la noche y el brillo azul de la luna. Porque así es como siente Chiron.
Jenkins toma prestado el estilo del director hongkonés Wong Kar-Wai. En especial de sus películas Happy Together, en la que una pareja gay viaja de Hong Kong a Argentina sin conocer el castellano y sin prever que su futuro será separarse; y de Con Ánimo de Amar, sobre un hombre y una mujer, vecinos de un edificio, acostumbrados al ritual de verse pero nunca a acercarse lo suficiente ni a decir las cosas por su nombre. Como en esas películas, hay en Moonlight una carga sexual sutil y permanente conseguida solo con miradas, con primeros planos, con una mano que acaricia la arena de la playa.
- Puntuación: 4/5
- ¿Qué esperar? Moonlight es una historia sobre cómo aprender a vivir con uno mismo, contada con gran estilo cinematográfico, que mantiene el interés hasta el final. Mucha atención con Naomie Harris y Mahershala Ali (ganador del Oscar a Mejor Actor de Reparto). Luz de Luna ganó el Globo de Oro y le quitó inesperadamente a La La Land el premio a Mejor Película en los Oscar. Son dos cintas que marchan en distintas veredas. Mientras que la película con Emma Stone y Ryan Gosling apuesta por el gran espectáculo musical y por una mirada nostálgica de la vocación artística, Moonlight prefiere contar en voz baja el drama de un hombre en la búsqueda de su identidad.