Esta semana conversaba con unos viejos amigos y, de la nada, salió el tema de cuál fue la primera consola que compramos con nuestro propio dinero. Y mi recuerdo estaba tan claro como si fuera ayer: la PlayStation 2.
No es la primera consola que tuve, ya que mi vínculo con los videojuegos se remonta a fines de los años ochenta, cuando mis padres me regalaron un Atari 2600. Luego, me compraron una Super Nintendo y, años después, la primera PlayStation.
Sin embargo, para el arribo de la PlayStation 2, ya había otros gastos en casa, entre los que estaban mis estudios universitarios, por lo que pensar en que mis padres me hagan el regalo era un poco complicado. Sin mencionar que ya era mayor de edad.
Por cuestiones de la vida, en esa época conseguí mi primera chamba. Fue como profesor de inglés en un colegio particular, un oficio harto demandante pero muy gratificante. Así que, con mi primer sueldo, sumado con el dinero obtenido por la venta de la primera PlayStation, conseguí lo suficiente para comprar la consola.
No recordaba la fecha exacta, pero en un cajón de mi habitación encontré la boleta de la compra. Fue en Polvos Azules (sí, todos tenemos un pasado oscuro), un 20 de julio de 2003, hace ya 18 años.
La PlayStation 2 me costó 260 dólares, que al cambio de la época eran unos 900 soles. Barato, ¿no? Asumo que, para esa época (tres años después de su lanzamiento), la consola estaba a un precio accesible, debido a que ya había sido chipeada y podía correr discos piratas, lo que la había masificado en el país.
Recuerdo haber comprado Winning Eleven 6 (para jugar con mis amigos, coincidentemente los que mencioné al inicio del post), Resident Evil – Code: Veronica (que tenía pendiente desde hace más de un año) y Twisted Metal: Black (soy fan de la saga desde siempre). También compré una Memory Card, indispensable para guardar mis avances.
Algo curioso es que no recuerdo si fue un vendedor o vendedora la que me vendió la PlayStation 2, ni siquiera la tienda donde la compré (¿aún existirá?). En mis recuerdos, me veo revisando la consola, consultando por cómo se conecta a la televisión y, lo más importante, preguntando si aceptaba discos originales (mi amigo Carlos tenía el Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, así que moría por jugarlo).
Lo que sí recuerdo es haber regresado caminando a casa (Polvos Azules me queda a unas diez cuadras) y haberme quedado jugando varias horas. Al mes siguiente, con mi segundo sueldo, llegó el segundo control para poder jugar con mis hermanos, así como su buena dosis de nuevos juegos piratas (reitero: todos tenemos un pasado oscuro).
La PlayStation 2 me duró varios años, hasta que se malogró y tuve que jubilarla. Al poco tiempo, compré una nueva consola, que no utilicé mucho, ya que la nueva generación ya estaba arribando. Así que la vendí para comprar la PlayStation 3, pero esa ya es harina de otro costal.
Sirva este post para compartir con ustedes, queridos lectores, un bonito recuerdo. ¿Cuál fue la primera consola que compraron con su dinero?, ¿aún la tienen?
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