The Last of Us es uno de los mejores videojuegos que he probado en mi vida. Parto con esta premisa, para que entiendan el mayúsculo interés que tenía en torno a la adaptación -en formato serie- de HBO, que tras varios años de producción por fin se estrenó el pasado fin de semana en la plataforma de streaming.
Sé que solo tenemos un capítulo disponible, por lo que es imposible hacer un análisis completo; pero sí podemos sacar impresiones sobre lo que nos ha dejado esta producción, protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey, en los roles de Joel y Ellie, respectivamente.
El primer capítulo de la serie inicia con un prólogo que nos lleva al pasado, a 1968, en el que somos partícipes de un programa de televisión de entrevistas, en el que un especialista lanza la alerta sobre la posibilidad de una pandemia causada por hongos. Esto no ocurre en el videojuego y lo considero muy positivo; ya que tenemos muchos más detalles sobre el origen del apocalipsis.
No es mi intención desgranar segmento a segmento el capítulo de hora y 20 minutos, por lo que me limitaré a destacar los puntos que considero positivos; empezando por el desarrollo de los personajes secundarios.
En el videojuego, conocemos a los personajes secundarios desde la perspectiva de los protagonistas. Sin embargo, en la serie, tenemos segmentos enteros protagonizados por Marlene o Tess, por ejemplo, en los que ahondamos en sus motivaciones dentro de la trama.
También la serie se toma el tiempo para desarrollar personajes claves, como Sarah y su relación con Joel; algo que en el videojuego se aborda, sí, pero no con el detalle visto en la serie.
En la misma tónica, se ahonda mucho más en la vida de los sobrevivientes al apocalipsis, mostrándonos cómo es su día a día en las zonas de cuarentena, donde rige una dictadura militar estricta, con reglas durísimas.
El factor sorpresa
La serie tiene momentos calcados, con diálogos incluidos, del videojuego. Hay escenarios, situaciones, música, encuadres de cámara, que son un copy / paste del videojuego de 2013. Es un detalle que saludamos los gamers, sí; pero esta es un arma de doble filo, ya que se pierde el factor sorpresa.
Sin hacer spoilers, puedo decir que momentos fortísimos del videojuego, que me llegaron a conmover hasta las lágrimas, ya no tuvieron el mismo efecto cuando los vi en la serie. Digamos que estaba preparado para el golpe, aunque esto no quita lo duro de la escena. Lo mismo ocurre con el rol que tiene Ellie en la trama: la revelación, a la que no haré mención por respecto a quienes aún no ven la serie, no me sorprendió en lo más mínimo.
Sé que es imposible evitar esto en quienes hemos probado el videojuego, hace diez años. Pero creo que el mundo de The Last of Us es tan rico, que podrían abordarse historias que no hemos visto en el videojuego (o que simplemente han sido mencionadas en algún diálogo). Hay mucho material ahí para sorprender a los gamers, a quienes ya sabemos la historia del videojuego casi de memoria.
¿Esto le quita validez a esta adaptación? Para nada, la serie de The Last of Us tiene altísimos valores de producción y un gran respeto al videojuego, algo que valoro sobremanera. El primer capítulo me hace pensar que, tal vez, estemos ante una de las mejores adaptaciones de un videojuego; pero esto solo lo comprobaremos cuando lleguemos al final que, como sabrán, es uno de los mejores que se hayan hecho.
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