Científicos de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, examinaron la bibliografía científica existente y se volcaron a Twitter para encontrar material documentado de tiburones y rayas enredados en plástico. Terminaron encontrando información de más de 1000 animales y sostienen que la cantidad real de tiburones y de rayas atrapados en plástico puede ser mucho mayor, ya que pocos estudios se han concentrado específicamente en este asunto.
Según el estudio, publicado en la revista Endangered Species Research en julio de 2019, la revisión bibliográfica les permitió a los investigadores descubrir documentación relacionada a 557 animales de 34 especies diferentes que habían quedado atrapadas en desechos plásticos. Cerca del 60 % de los animales eran pintarrojas, quimeras manchadas o mielgas.
Estos enredos se dan en las tres cuencas oceánicas, pero la mayoría de los casos se dio en el océano Pacífico (49 %) o en el Atlántico (46 %). Alrededor de un 44 % de los enredos ocurren en aguas de Estados Unidos, mientras que un 30 % fue encontrado en aguas del Reino Unido, y un 10 % fue hallado en aguas de Sudáfrica.
“El objeto más común donde enredarse fueron los equipos de pesca fantasma (74 % de los animales), seguido de correas de polipropileno (11 % de los animales), mientras que otros materiales —como desechos circulares de plástico, bolsas de polietileno y neumáticos— conforman el 1 % de la totalidad de animales enredados”, escriben los autores en el estudio.
Entretanto, la investigación de Twitter de los investigadores descubrió otros 74 casos de animales enredados de 26 especies diferentes, entre ellas, tiburones peregrinos, tiburones blancos, tiburones tigre y tiburones ballena. Casi el 90 % de esos casos ocurrió en el océano Atlántico y otra vez se detectó que los equipos de pesca fantasma (redes, sedales y otros aparejos de pesca que han sido perdidos o abandonados en el agua) fueron los principales culpables, ya que dejaron enredados al 94,9 % de los animales.
“Quedar enredado en desechos marinos es un síntoma de un medio ambiente marino degradado, y es un claro problema de bienestar animal”, escriben los autores. Pero agregan que el enredo es, “probablemente, una amenaza mucho menor” para las poblaciones de tiburones y de rayas, que la amenaza generada por la pesca comercial.
El autor principal del estudio, Kristian Parton, del Centro de Ecología y Conservación de la Universidad de Exeter, resalta los impactos en el bienestar animal mediante el caso (incluido en el estudio) de un tiburón mako de aleta corta, que había quedado envuelto en una cuerda para pesca.
“Era evidente que el tiburón había seguido creciendo después de haber quedado enredado, por lo que la cuerda (que estaba cubierta de percebes) se había clavado en su piel y le lastimó la espina dorsal —explicó Parton en un comunicado—. Aunque no creemos que el enredo sea una amenaza principal para el futuro de tiburones y de rayas, es importante comprender el rango de amenazas que enfrentan estas especies, que son las más amenazadas en los océanos”. El enredo “puede causar dolor, sufrimiento y hasta la muerte”, agregó Parton.
En el estudio, Parton y sus coautores identifican una serie de factores por los cuales algunas especies corren más riesgo de quedar enredadas que otras. El hábitat es un factor importante, ya que los tiburones y las rayas en mar abierto tienen más probabilidades de quedar atrapados en plástico. Lo mismo ocurre con las especies que viven en el suelo marino, a causa de equipos de pesca como las redes, que se hunden hasta el fondo del mar llenas de pescados, lo que atrae a predadores que terminan quedando enredados. Las especies que migran largas distancias también enfrentan un mayor riesgo de quedar atrapadas en desechos plásticos, según el estudio. La forma del cuerpo también parece tener un papel importante: los tiburones corren un mayor peligro que las rayas, en especial aquellos tiburones con características inusuales como las mantarrayas, los tiburones peregrinos y los peces sierra.
El coautor del estudio Brendan Godley, profesor de la Universidad de Exeter, afirma que el enredo es un problema que merece mucha más atención y que los resultados del estudio muestran que está mucho más extendido de lo que se tiene conciencia.
“Debido a las amenazas de la pesca indiscriminada de tiburones, de rayas y a la captura accesoria (captura accidental mientras se pescan otras especies), quizás el problema del enredo haya pasado un poco desapercibido —afirmó Godley en un comunicado—. Pretendemos remediar esto. Nuestro estudio fue el primero en utilizar Twitter para recolectar datos, y nuestros resultados de la red social revelaron el enredo de especies no registradas en estudios académicos, así como también el enredo en lugares no registrados por dichos estudios".
El artículo original fue publicado en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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