Algunos los conocen como "ciberatletas" y otros simplemente los etiquetan como viciosos. Miles de jóvenes (y no tan jóvenes) en todo el mundo están viviendo de los videojuegos en la escena competitiva.Los deportes electrónicos o eSports tuvieron a StarCraft: Brood War como su auspicioso inicio. Desde entonces han cambiado los juegos (StarCraft 2, Heroes of the Storm, League of Legends, Counter Strike y muchos más) y los premios se han vuelto más grande. Dota 2 es el MOBA más popular del Perú y el que más dinero entregó en premios en 2015.La friolera de US$ 30 millones ha sido repartida gracias a esfuerzos de Valve y de la comunidad. Un gran pedazo de la torta se lo llevó Evil Geniuses de Estados Unidos con sus victorias en The International 2015 (US$6 634 661) y Dota 2 Asia Championships (US$ 1 284 158).Unknown de Perú fue al torneo Major de Frankfurt en noviembre y se llevó US$ 45 mil, pero poco después se dividieron en diferentes proyectos.No todo es DotaSi hablamos del Perú, Dota 2 es un indiscutible líder; pero esta situación se aprecia en pocas regiones (CIS y algunos países del sudeste asiático). Para 2016 se espera que League of Legends tenga el 66.3% de jugadores, Dota 2 el 14% y Heroes of the Storm el 7%, indica la agencia de investigación de mercado EEDAR.¿Cómo hacer crecer al juego? Una escena competitiva vibrante, actualizaciones constantes y una comunidad menos tóxica es lo que debería ser constante a mi parecer. Y, obviamente, tutoriales para iniciar de una buena manera a los neófitos.Hay muchos retos para el título de Valve a futuro en un mercado muy competitivo. No soy fan de League of Legends, pero no puedo negar que tiene un envidiable equipo de marketing y promoción que incluso emplea a los jugadores profesionales con un sueldo fijo. Heroes of the Storm me parece muy entretenido y además cuenta con grandes personajes, cortesía de papá Blizzard, que está buscando darle estabilidad a sus proplayers.Por ahora los torneos de tipo Major le brindan más razones a un equipo para estar junto, pero aún hay un largo camino por delante, como hemos podido observar en la escena peruana.