Probablemente esta sea una de las dudas más comunes entre las madres primerizas.
El médico de tu bebé seguramente te dirá que puedes empezar a darle alimentos sólidos cuando tenga entre 4 y 6 meses y dé señales de que está listo para comerlos.
Hasta entonces, la leche materna o la leche de fórmula aporta todas las calorías y el valor nutritivo que tu bebé necesita y que su cuerpo puede absorber. Su sistema digestivo no estará preparado para los alimentos sólidos hasta aproximadamente los 6 meses de edad.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que se alimente a los bebés exclusivamente con leche materna durante al menos seis meses, aunque muchos papás aseguran que sus bebés están deseosos y listos para comer papilla antes.
¿Cómo me doy cuenta que ya está listo? Tu bebé te dará señales claras cuando esté listo para incorporar alimentos sólidos a su dieta. Los signos a los que debes prestar atención incluyen sentarse bien, mantener la cabeza en una posición firme, curiosidad por los alimentos y pesar entre 6 y 13 kilos.
¿Cuáles son buenos para empezar? Cada bebé es diferente, por eso debes consultarle a un médico sobre qué alimentos ofrecerle primero a tu pequeño y cuándo hacerlo. La mayoría de bebés pueden comenzar con cualquier alimento sólido en forma de puré, pero sin sal ni azúcar.
Aunque en muchas familias el primer alimento que se les da es el cereal, no existe evidencia médica que indique que el introducir alimentos sólidos en determinado orden lo beneficiará de alguna forma.
Si estás amamantando, la AAP sugiere que le ofrezcas primero algún tipo de carne. Esto se debe a que el hierro que contiene la carne de res, el pollo o pavo ayuda a reponer las reservas de tu bebé de ese mineral, las que empiezan a disminuir a partir de los 6 meses. Otras buenas opciones incluyen puré de camote, calabaza, plátano, durazno y pera.
Es recomendable incorporar otros sólidos de manera gradual, uno por vez, esperando como mínimo tres días después de la introducción de cada nuevo alimento. De esta manera, podrás darte cuenta si tu bebé tiene una reacción alérgica a alguno de ellos. Recuerda: le llevará tiempo acostumbrarse a cada nuevo gusto y textura, no lo fuerces.
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