Muchas personas temen convertirse en trabajadores independientes, pero la falta de estabilidad laboral es una situación que no debe asustarte.
Si decidiste convertirte en freelance, debes empezar con ánimo y seguridad de que puedes hacer las cosas bien. Seguro te encontrarás con algunas dificultades, sobre todo al momento de ponerle precio a tu trabajo, pero que esto no te desanime. Construye una buena reputación y no dejes que tu trabajo sea retribuido por debajo de su real valor.
Que un trabajador sea independiente no quiere decir que no esté en capacidad de negociar mejores condiciones para su trabajo. La experimentada periodista Alison Motluk ha sido freelancer durante 18 años para publicaciones como The Economist, The New Scientist y Globe and Mail. A lo largo de este tiempo ha valorado la importancia de insistir en las buenas condiciones laborales. Ella da cinco consejos que, si bien se refieren al ámbito periodístico, pueden ser aplicados en cualquier campo laboral.
1. Lee cuidadosamente el contrato. Para evitar sorpresas, tienen que leer todo, incluso la letra pequeña. Puede valer la pena rechazar o mejorar algunas cláusulas.
2. Define claramente los detalles de pago. Pide un plazo de pago, por ejemplo, "dentro de los 30 días de finalizado el trabajo”, para que esta cláusula quede bien clara. También puedes agregar otra línea en el contrato: "si el pago no es completado a tiempo, cobraré el 5% de interés por mes a partir de la fecha establecida.
3. Conserva los emails como pruebas. “Creo que para los freelancers los emails son el mejor invento del mundo”, dice Motluk. Ella los usa en caso de un desacuerdo sobre algo que ya fue resuelto por email. También hace el seguimiento de cada llamada telefónica con un email que resuma lo que se dijo para asegurarse de que quede un registro escrito.
4. No dudes en pedir más. No se pierde nada intentando. "Las publicaciones suelen intentar bajar el precio, pero lo peor que puede pasar si pides más es que te ofrezcan lo que originalmente querían pagarte”, dice Motluk. Esto puede aplicarse a cualquier industria. En cualquier caso, siempre debes tener presente cuál es el monto mínimo por el cual estás dispuesto a hacer el trabajo.
5. No cedas al temor. Alison Motluk aconseja: "Cada vez que estoy negociando me preocupa que me rechacen, pero también siento que si no protegemos nuestros derechos o no luchamos por buenos honorarios, caeremos en una espiral descendente y sin esperanza”.
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