Hacer creer a un niño que el mundo gira en torno a él genera que desafíe a sus padres, entre otras figuras de autoridad.
Se conoce como el síndrome de emperador o del niño tirano a la situación en la que un niño pequeño reta, desafía y se burla de sus padres. Va más allá de un mal día con pésima conducta, se trata de una situación recurrente y que va agudizándose.
Según la psicóloga española Raquel Martínez Rico, los niños con este problema tienen una percepción exagerada de lo que les corresponde. No piden, exigen, hasta el punto de no sentirse satisfechos con nada. Presentan baja tolerancia a la frustración, aburrimiento o negación ante lo que se les pide. Suele responder con rabietas, ira, insultos o violencia.
Están acostumbrados a que sus padres resuelvan sus problemas y siempre encuentran justificación para sus conductas o culpan a otros. No sienten empatía por otros, por lo que no sienten culpa cuando gritan, amenazan o agreden físicamente. Además, discuten las normas y los castigos con sus padres, quienes suelen ceder a sus reclamos con facilidad.
La solución a este problema está en mano de los propios padres. Son ellos quienes deben luchar contra el instinto de protección excesiva. Aquí, presentamos 10 consejos para que esa tarea sea más fácil:
1) Explícale que los errores que cometa ahora, lo ayudarán a enfrentar mejor las dificultades en el futuro.
2) Déjalo ser y haz que tu hijo tome decisiones. Así estará desarrollando su capacidad para encontrar sus propias soluciones y opciones.
3) Haz entender a tu hijo que se le quiere por lo que es, no por lo que hace. Explícale que lo que te molesta no es él como persona, sino la acción mala que realizó.

4) Aliéntalo a que exprese sus emociones con palabras. Estas ayudan a orientar los sentimientos del niño.
5) Enséñale que las cosas materiales no son prioridad.
6) Dale tareas. La responsabilidad construye la personalidad de los pequeños y les enseña lo mucho que pueden aportar.
7) Fortalece su capacidad de espera. Retrasar la gratificación es importante para no criar niños demandantes, caprichosos y con poca tolerancia a la frustración.
8) Descubre sus fortalezas. Ser bueno en algo le dará seguridad y le ayudará a recuperarse en los tiempos difíciles.
9) Evita insultos, comparaciones y desvalorizaciones porque le harán sentir que no es capaz de solucionar problemas o alcanzar metas.
10) Motívalo a compartir. Eso le ayudará a construir el sentido de gratitud por lo que tiene.
No olvides que el origen de este problema está en una educación permisiva. La falta de límites claros hace creer a los niños que tienen derecho a hacer lo que quieran. No son conscientes de que las recompensas requieren de esfuerzo y que deben respetar a los demás. Es clave corregir el síndrome del niño tirano a temprana edad, si se deja pasar el tiempo será mucho más difícil.

Comparte esta noticia